domingo, 20 de junho de 2021

Enfoque: ¿Reforma Íntima o Transformación Moral?

 

Lo que equivocadamente se llama “reforma íntima” es uno de los temas prevalentes en el medio espírita. La expresión intenta dar significado a la principal razón de nuestra existencia: la transformación moral, objetivo de la reencarnación.

Hablada, decantada, estudiada y debatida, dicha reforma íntima asusta a mucha gente, pues falta la exacta comprensión de lo que sea este “reformarse” íntimamente. Muchos sufren con este tema, lanzándose intempestivamente a lo que se ha decidido llamar reforma íntima, de forma obligatoria, desordenada, impensada. Esperan alcanzar resultados inmediatos. Sufren porque no consiguen verse en la persona “santificada”, pues todavía andan a vueltas con sentimientos y deseos puramente humanos, contradictorios con lo que imaginan ser la tan propalada “criatura ideal”. Invariablemente, sin notarlo, son estimulados por agentes externos punitivos que traen una gran carga de culpa. Se olvidan que Allan Kardec preconizaba: “Se reconoce al verdadero espiritista por su transformación moral y por los esfuerzos que hace para dominar sus malas inclinaciones.”

Toda reforma significa cambiar algo ya existente, hacerlo mejor. Nadie en su sano juicio cambia algo existente para hacerlo peor. Implica también en que se mantenga la estructura básica, cambiando solo los accesorios. Si fuese para que se rehiciera también la estructura, no sería reforma, sino “reconstrucción”. Toda reforma apurada, sin el debido conocimiento ni base sólida a su ejecución, tiende a salir mal, causa disgustos y decepciones, y eso cuando no obliga a buscar el auxilio de un profesional especializado (en el caso de los edificios: un ingeniero o arquitecto; en el caso del ser humano: un psicólogo o psiquiatra).

La “reforma íntima” significa en verdad la transformación del ser humano a través de la modificación de los modelos de valores, pensamientos, conceptos, prejuicios y comportamientos, manteniendo la estructura básica de la persona a ser modificada. Así, la verdadera transformación moral se inicia a través del análisis sincero de sí mismo, del autocuestionamiento y del conocimiento real de lo que necesita ser cambiado, lo que normalmente se denomina autoconocimiento. El ser humano solo cambia lo que conoce y acepta como verdadero. Los propios espíritus indicaron a Kardec esta necesidad en la respuesta a la pregunta 919 de El Libro de los Espíritus: “¿Cuál es el medio práctico más eficaz para mejorarse en esta vida y resistir a la solicitación del mal?” “Un sabio de la antigüedad os lo dijo: ‘Conócete a ti mismo’.”

Entonces, todo espírita estudioso, aun sin percibirlo, está en franca ascensión con su seudo reforma íntima, y de forma natural. Uno de los principales objetivos de la doctrina es el desarrollo del ser humano, por la comprensión de nuevos conceptos sobre su realidad espiritual. Así, no debería haber trauma alguno para que el espírita ejercitara su transformación moral, salvo por una irrazonable exigencia de sí para consigo, motivada por la falta de estudio adecuado o la falta de autoconsideración y de amor a sí mismo.

En la transformación moral, ¡el respeto por sí mismo es importante! El amor a sí mismo es uno de los principales puntos que deberían ser debatidos, estudiados e incentivados en el medio espírita, sin la falsa impresión de que amar a sí mismo es actuar con vanidad y orgullo, faltar con la humildad, con la caridad para con el prójimo. Es común ver espíritas dedicándose al extremo a la caridad externa, mostrando con eso el amor al prójimo, olvidándose de ser caritativos y amorosos consigo mismos. Jesús recomendó como uno de los puntos principales de la Ley Divina “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”.

Difícilmente alguien acepta en el otro lo que no acepta en sí mismo. Entonces, el respeto y la consideración por sí mismo es el primer gran paso al verdadero autoconocimiento. No habiendo el autoperdón, no hay la aceptación de los errores y, consecuentemente, estos se ignoran. Es difícil aceptar que somos imperfectos y sujetos a cometer errores, sin cargar procesos de culpas que nos atemorizan y paralizan. Todo proceso de culpa inhabilita la criatura a que se sienta bien consigo misma. Tiende a criar un proceso de sufrimiento y baja estima, cuando no es ignorado completamente a través del “encubrimiento” que tranquiliza y mantiene a la persona en paz consigo misma, pero extremamente crítica en cuanto a idénticas situaciones en los semejantes.

Jesús, en el diálogo con los acusadores de la mujer adúltera, al proponer que arrojara la primera piedra aquel que estuviera sin pecado, buscó mostrar que no se puede acusar a nadie y que todos, indistintamente, somos merecedores de consideración y respeto los unos por los otros. Tampoco condenó a la mujer, mostrándole, así, que aprendemos con nuestros propios errores. Quien no yerra hoy, puede haber cometido errores semejantes ayer o es pasible de cometerlos hoy, en idénticas situaciones. Quien ya ha errado no acusa al otro porque sabe que también es falible. Así, no hay beneficio alguno en acusarse: aquel que se acusa, rotula a sus errores como un pecado y no se preocupa en trabajar para modificarse. ¡Autoacusación provoca inanición!

El proceso reencarnacionista lleva al crecimiento por la experiencia (errores y aciertos) y no por el “pagamento de deudas anteriores”, como comúnmente se dice. El autocuestionamiento constante, sin la acusación insana y paralizante es saludable. Cuestionarse es diferente de acusarse. Mientras uno estimula el ser al crecimiento, el otro lo retrasa en el sufrimiento innecesario.

La transformación moral del espírita consciente se hace natural, automática y constantemente. Sin traumas, sin cobrarse, a través del cuestionamiento saludable de sí mismo y de la observación de las actitudes y los sufrimientos ajenos. La persona que se cuestiona de forma natural no exige de sí actitudes no aprehendidas todavía. Cambia sus conceptos según las necesidades y los nuevos aprendizajes, manteniéndose equilibrada ante los hechos de la vida. No cobra del otro, no juzga, pues sabe que somos todos aprendices y merecedores de indulgencia.

No hay transformación moral sin cambio de actitudes, recordando el refrán de Raúl Seixas, “Prefiero ser esa Metamorfosis Ambulante que tener aquella vieja opinión formada sobre todo”. Las personas que se mantienen firmes en sus viejas opiniones son las que más sufren, las que más hacen sufrir. Son tan duras y exigentes con los semejantes como lo son consigo mismas. ¡Transformación moral no se compatibiliza con intransigencia!

Concluyendo: el espírita consciente se queda en paz consigo mismo. Se acepta como verdaderamente es. No se cree ni mejor ni peor que nadie. Está siempre atento a sus sentimientos y necesidades, sin culparse ni criticarse, buscando corregir aquello que piensa estar mal, en aquel momento. No se molesta en cambiar sus modelos. Tiene total consciencia de que la vida es un eterno cambio rumbo a la perfección.

Así siendo, ¡¡feliz transformación moral para ti, lector!!

 Edson Figueiredo de Abreu – Gerente Comercial, Presidente del Grupo Espírita Manoel Bento, de São Paulo/SP.

Enfoque: Reforma Íntima ou Transformação Moral?



    O que equivocadamente se chama de “reforma intima” é um dos assuntos prevalentes no meio espírita. A expressão tenta dar significado à principal razão de nossa existência: a transformação moral, objetivo da reencarnação.

    Falada, decantada, estudada e debatida, a tal da reforma intima assusta muita gente, pois falta a exata compreensão do que seja este “reformar-se” intimamente. Muitos sofrem com este assunto, atirando-se intempestivamente ao que se convencionou chamar de reforma intima, de forma obrigatória, desordenada, impensada. Esperam atingir resultados imediatos. Sofrem porque não conseguem se enxergar na pessoa “santificada”, pois ainda se veem às voltas com sentimentos e desejos puramente humanos, contraditórios com aquilo que imaginam ser a tão propalada “criatura ideal”. Invariavelmente, sem o notarem, são estimulados por agentes externos punitivos que trazem uma grande carga de culpa. Esquecem que Allan Kardec preconizava: “Reconhece-se o verdadeiro espírita pela sua transformação moral e pelos esforços que emprega para domar suas más inclinações. ”

    Toda reforma significa modificar algo já existente, torná-lo melhor. Ninguém em sã consciência modifica algo existente para fazê-lo pior. Implica também em manter-se a estrutura básica, modificando apenas os acessórios. Se fosse para refazer também a estrutura, não seria reforma, mas “reconstrução”. Toda reforma apressada, sem o devido conhecimento e base sólida à sua execução, tende a dar errado, gera dissabores e decepções, quando não obriga a buscar o auxílio de profissional especializado (no caso dos edifícios: um engenheiro ou arquiteto; no caso do ser humano: um psicólogo ou psiquiatra).

    A “reforma íntima” significa na verdade a transformação do ser humano através da modificação dos padrões de valores, pensamentos, conceitos, preconceitos e comportamentos, mantendo a estrutura básica da pessoa a ser modificada. Assim, a transformação moral verdadeira inicia-se través da análise sincera de si mesmo, do autoquestionamento e do conhecimento real do que precisa ser modificado, aquilo que normalmente se denomina autoconhecimento. O ser humano só modifica aquilo que conhece e aceita como verdadeiro. Os próprios espíritos indicaram a Kardec esta necessidade na resposta à pergunta 919 do Livro dos Espíritos: “Qual o meio prático mais eficaz que tem o homem de se melhorar nesta vida e de resistir à atração do mal?” “Um sábio da antiguidade vô-lo disse: Conhece-te a ti mesmo.”

    Então, todo espírita estudioso, mesmo sem o perceber, está em franca ascensão com sua pseudo reforma íntima, e de forma natural. Um dos principais objetivos da doutrina é o desenvolvimento do ser humano, pela compreensão de novos conceitos sobre sua realidade espiritual. Assim, não deveria haver trauma algum para o espírita exercitar sua transformação moral, a não ser por uma descabida exigência de si para consigo, motivada pela falta do estudo adequado ou da falta de autoconsideração e do amor a si mesmo.

    Na transformação moral, o respeito por si mesmo é importante! O amor a si mesmo é um dos principais pontos que deveriam ser debatidos, estudados e incentivados no meio espírita, sem a falsa impressão de que amar a si mesmo é agir com vaidade e orgulho, faltar com a humildade, com a caridade para com o próximo. É comum ver espíritas dedicarem-se ao extremo à caridade externa, mostrando com isso o amor ao próximo, esquecendo-se de serem caridosos e amorosos consigo mesmos. Jesus recomendou como um dos pontos principais da Lei Divina “Amar a Deus acima de todas as coisas e ao próximo como a si mesmo.

    Dificilmente alguém aceita no outro aquilo que não aceita em si mesmo. Então, o respeito e a consideração por si mesmo é o primeiro grande passo ao verdadeiro autoconhecimento. Não havendo o auto perdão, não há a aceitação dos erros e, consequentemente, estes são ignorados. É difícil aceitar que somos imperfeitos e sujeitos a cometer erros, sem carregar processos de culpas que nos atemorizam e paralisam. Todo processo de culpa inabilita a criatura a sentir-se bem consigo mesma. Tende a criar um processo de sofrimento e baixa estima, quando não é ignorado completamente através do “acobertamento” que tranquiliza e mantêm a pessoa em paz consigo mesma, mas extremamente crítica com relação a idênticas situações nos semelhantes.

    Jesus, no diálogo com os acusadores da mulher adúltera, ao propor que atirasse a primeira pedra quem estivesse sem pecado, procurou mostrar que ninguém pode acusar ninguém e que todos, indistintamente, somos merecedores de consideração e respeito uns pelos outros. Tampouco condenou a mulher, mostrando-lhe, assim, que aprendemos com nossos próprios erros. O que não erra hoje, pode ter cometido erros semelhantes ontem ou é passível de cometê-los hoje, em idênticas situações. O que já errou não acusa o outro porque sabe que também é falível. Assim, não há benefício algum em ficar acusando-se: aquele que se acusa rotula seus erros como um pecado e não se preocupa em trabalhar para modificar-se. Autoacusação provoca inanição!

    O processo reencarnatório visa o crescimento pela experiência (erros e acertos) e não o “pagamento de dívidas anteriores”, como comumente se diz. O autoquestionamento constante, sem a acusação insana e paralisante é salutar. Questionar-se é diferente de acusar-se. Enquanto um estimula o ser ao crescimento, o outro o retarda no sofrimento desnecessário.

    A transformação moral do espírita consciente é feita natural, automática e constantemente. Sem traumas, sem cobranças, através do questionamento sadio de si mesmo e da observação das atitudes e sofrimentos alheios. A pessoa que se questiona de forma natural não exige de si atitudes ainda não apreendidas. Muda seus conceitos conforme as necessidades e os novos aprendizados, mantendo-se equilibrada diante dos fatos da vida. Não cobra do outro, não julga, pois sabe que somos todos aprendizes e merecedores de indulgência.

    Não há transformação moral sem mudança de atitudes, lembrando o refrão de Raul Seixas, “Eu prefiro ser esta Metamorfose Ambulante do que ter aquela velha opinião formada sobre tudo”. As pessoas que se mantêm firmes em suas velhas opiniões são as que mais sofrem, as que mais fazem sofrer. São duras e exigentes com os semelhantes como o são consigo. Transformação moral não se compatibiliza com intransigência!

    Concluindo: o espírita consciente fica em paz consigo mesmo. Aceita-se como verdadeiramente é. Não se acha melhor ou pior do que ninguém. Está sempre atento a seus sentimentos e necessidades, sem culpar-se, criticar-se, buscando corrigir aquilo que pensa estar errado, naquele momento. Não se incomoda em mudar seus padrões. Tem plena consciência de que a vida é eterna mudança rumo à perfeição.

    Assim, feliz transformação moral para você, leitor!!

Edson Figueiredo de Abreu - Gerente Comercial, Presidente do Grupo Espírita Manoel Bento de São Paulo/SP.

sábado, 19 de junho de 2021

Opinando: Salomão Jacob Benchaya


 ¿Cuál es el Jesús del Espiritismo? (III)

Opinando: Salomão Jacob Benchaya

                Sé que abordar este tema hiere tradiciones y creencias religiosas arraigadas y no es mi propósito faltarles el respeto.

                Todavía, no puedo hurtarme a ver los hechos que la Ciencia viene demostrando ante pesquisas honestas como las del "Jesus Seminar”, de California, de que solo el 18% de lo que dijo Jesús y el 16% de lo que realizó se aceptan como verídicos, en los evangelios canónicos. Recordémonos que Kardec aconseja que el espiritismo siga la Ciencia y que se modifique en los puntos en que ella indique que él esté en error. El escritor José Lázaro Boberg afirma, en su “El Cristo de Paulo de Tarso”, que “la ‘vida’ de Jesús en los evangelios resulta, en último análisis, por lo tanto, como una copia deturpada y fragmentaria de un prototipo egipcio que era un personaje puramente dramático retratando la divinidad en el ser humano”, reproduciendo el escritor y ex pastor anglicano Tom Harpur, autor del clásico “El Cristo Pagano”.

Elaine Pagels, Helmut Koester y otros investigadores se ponen de acuerdo que los aforismos (dichos, sentencias, repositorios de sabiduría ancestral, preexistentes a Jesús) encontrados en el evangelio de Tomé son los que más se parecen a las enseñanzas de Jesús, lo que ayuda a identificar qué se interpoló en los Evangelios de la Iglesia. Herminio C. Miranda también aborda ese tema en su libro "El Evangelio de Tomé – Texto y Contexto".

No veo razón para que no se discuta el tema en las casas espíritas. Por supuesto habrá resistencias comprensibles pues se adentra en el terreno de las creencias arraigadas. Los espíritas viven, hace más de un siglo, con la idea de que Jesús es el Espíritu más puro que ha encarnado en la Tierra, siendo, mismo su Gobernador. Espíritas roustanguistas le ven como un Espíritu que nunca erró y que evolucionó en línea recta, sin encarnar, habiendo nacido virginalmente con un cuerpo fluídico – doctrina radicalmente contradictoria con el espiritismo. En otra vertiente espiritualista se afirma que es tal la evolución de Jesús, que necesitó 1.000 años solo para condensar su periespíritu y poder reencarnar entre los humanos. En Brasil, especialmente, crece vigorosamente la cristolatría.

Un cambio en nuestras estructuras mentales, como dice Jaci Regis, se hace necesario.

Yo, por ejemplo, ante la no confiabilidad de los textos canónicos, con sus falsas historias sobre Jesús, prefiero sustituir el Cristo Hombre, eclesiástico, y adoptar el concepto pagano y gnóstico del Khristós – potencia divina inmanente en todos los seres, el Cristo interno – principio que independe de religión, etnia o localización geográfica. Maurice Herbert Jones usa la expresión “teotropismo” para nombrar a ese impulso interno del Ser en busca de Dios.

Ese concepto, por otro lado, se alinea perfectamente a la propuesta de autonomía moral inherente a la Filosofía Espírita, tan realzada en obras lanzadas recientemente. Repitiendo mi comentario constante de la parte final del libro de Boberg, se puede decir que, si Allan Kardec tuviese conocimiento de esa información, estaría plenamente justificado, a mi ver, el uso que hace de las expresiones “Espiritismo Cristiano” y “espíritas cristianos”, consideradas inapropiadas por algunos.

Opinando: Salomão Jacob Benchaya


Qual é o Jesus do Espiritismo? (III)

Opinando: Salomão Jacob Benchaya

    Sei que a abordagem deste assunto fere tradições e crenças religiosas arraigadas e não é meu propósito desrespeitá-las.

    Todavia, não posso me furtar a encarar os fatos que a Ciência vem demonstrando mediante pesquisas honestas como as do “Jesus Seminar”, da Califórnia, de que apenas 18% do que Jesus disse e 16% do que ele realizou, são aceitos como verídicos, nos evangelhos canônicos. Lembremo-nos de que Kardec aconselha que o espiritismo siga a Ciência e que se modifique nos pontos em que ela indicar que ele esteja em erro. O escritor José Lázaro Boberg afirma, no seu “O Cristo de Paulo de Tarso”, que “a ‘vida’ de Jesus nos evangelhos resulta, em última análise, portanto, como uma cópia deturpada e fragmentária de um protótipo egípcio que era um personagem puramente dramático retratando a divindade no ser humano”, reproduzindo o escritor e ex-pastor anglicano Tom Harpur, autor do clássico “O Cristo dos Pagãos”.

    Elaine Pagels, Helmut Koester e outros pesquisadores concordam em que os aforismos (ditos, sentenças, repositórios de sabedoria ancestral, pré-existentes a Jesus) encontrados no evangelho de Tomé são os que mais se assemelham aos ensinamentos de Jesus o que ajuda a identificar o que foi interpolado nos Evangelhos da Igreja. Hermínio C. Miranda também aborda esse assunto em seu livro “O Evangelho de Tomé - Texto e Contexto”.

    Não vejo motivo para que o assunto não seja discutido nas casas espíritas. É óbvio que haverá resistências compreensíveis pois que se adentra no terreno das crenças arraigadas. Os espíritas lidam, há mais de um século, com a ideia de que Jesus é o Espírito mais puro que encarnou na Terra, sendo, mesmo o seu Governador. Espíritas roustainguistas nele veem um Espírito que nunca errou e que evoluiu em linha reta, sem encarnar, tendo nascido virginalmente com um corpo fluídico – doutrina radicalmente conflitante com o espiritismo. Em outra vertente espiritualista afirma-se que é tal a evolução de Jesus que necessitou de 1.000 anos apenas para condensar seu períspirito e poder reencarnar entre os humanos. No Brasil, especialmente, cresce vigorosamente a cristolatria.

    Uma mudança nas nossas estruturas mentais, no dizer de Jaci Régis, se faz necessária. Eu, por exemplo, diante da não confiabilidade dos textos canônicos, com suas falsas histórias acerca de Jesus, prefiro substituir o Cristo Homem, eclesiástico, e adotar o conceito pagão e gnóstico do Khristós – potência divina imanente em todos os seres, o Cristo interno – princípio que independe de religião, etnia ou localização geográfica. Maurice Herbert Jones usa a expressão teotropismo para nomear esse impulso interno do Ser em busca de Deus.

    Esse conceito, por outro lado, alinha-se perfeitamente com a proposta de autonomia moral inerente à Filosofia Espírita, tão realçada em obras lançadas recentemente. Repetindo meu comentário constante da parte final do livro do Boberg, pode-se dizer que, se Allan Kardec tivesse conhecimento dessa informação, estaria plenamente justificado, a meu ver, o uso que fez das expressões “Espiritismo Cristão” e “espíritas cristãos”, que alguns consideram inapropriadas.


sexta-feira, 18 de junho de 2021

Opinión en Tópicos: Milton Medran Moreira

EL CRISTO DE ENCANTADO

Llevada por su religiosidad o por el deseo de convertirse en un polo turístico, o, incluso, por ambos motivos, la ciudad de Encantado, en el Valle del Taquari, aquí en Río Grande del Sur, ha decidido construir un gigantesco monumento representando a Jesús Cristo.

¿Una copia del Cristo Redentor de Río de Janeiro? Ni se atreva a preguntar eso a los ciudadanos de Encantado. Se ofenderán. Imitaciones son copias modestas de los originales. El Cristo Protector, como se llamará el monumento en construcción, se ha concebido y se está gestando para ser más grande que la famosa estatua del Cerro del Corcovado, inaugurada en 1931 y considerada, hoy, informalmente, como una de las siete maravillas del mundo contemporáneo. Si no, vea: la estatua de Encantado mide 37 metros de alto. Con el pedestal, llegará a 43 metros; ya el Cristo Redentor tiene solamente 30 metros que, sumados a la base, alcanzan 38.

LA “GUERRA” DE LOS CRISTOS

En tiempos cuando todo se convierte en polémica en Brasil, tan pronto se ha hecho pública la construcción del Cristo Protector, de Encantado, en tamaño superior al Cristo Redentor de Río de Janeiro, ya ha empezado lo que la prensa ha bautizado como “la ‘guerra’ de los Cristos”. El alcalde de Río, Eduardo Paes, pronto se ha manifestado en su cuenta en twitter, diciendo: “¡Construir estatua más grande es fácil! Quiero ver tener esta vista…”. Ha ilustrado la publicación con una foto del famoso monumento del Corcovado, brazos abiertos sobre la deslumbrante Bahía de Guanabara.

DOS LINDOS PAISAJES

Como gaucho(*) no se rinde, el alcalde de Encantado, Jonas Calvi, con buen humor, en respuesta a Paes, ha reconocido la belleza impar que se dibuja a partir del Corcovado por sobre la Bahía de Guanabara. Pero ha garantizado que el monumento de su ciudad también se rodeará de exuberante escenario. Construido en el llamado Cerro de la Antena, el Cristo Protector tendrá todo su entorno preservado con el bosque nativo que circunda el río Taquari. De ahí se podrá contemplar la bella laguna de Garibaldi, atractivo turístico de la ciudad. Por la noche, desde allí se avistarán las luces de la ciudad de Bento Gonçalves, en la Sierra Gaucha(*), famosa por abrigar el Valle de los Viñedos, uno de los más bellos paisajes del sur de Brasil.

En la conversación mantenida entre los dos alcaldes, y como se trata solamente de una guerra santa, Calvi ha invitado a Paes a que venga a la inauguración del monumento cuya construcción, toda ella erguida con recursos comunitarios, deberá terminar en diciembre próximo.

LA REDENCIÓN Y LA PROTECCIÓN

De mi parte, espero que dos gigantescos monumentos dedicados a Jesús en suelo brasileño, más que servir al turismo, inspiren la pacificación de un pueblo que está demasiado herido y muy lejos de vivir la fraternidad predicada por el personaje homenajeado en las estatuas.

Pero, si en 90 años de existencia, el monumental Cristo del Corcovado todavía no ha conseguido la redención de una de las Provincias con la historia política y social más tristemente marcada por la violencia y la corrupción, ojalá su congénere de Encantado encuentre ambiente para proteger a su pueblo y a sus gobernantes de esos males.

Además, y no por cualquier regionalismo, entre la protección y la redención, elijo aquella. La idea de la protección presupone esfuerzos personales de quien busca mejorarse, atrayendo, así, el auxilio superior. Ya la redención, obtenida desde afuera hacia dentro, es mito adoptado por los que cultivan la fe, viven para difundirla, pero ni siempre son ejemplos en la vida personal, familiar, social y política.

(*) Nota de Traducción: Gaucho/a, persona nativa de la provincia de Río Grande del Sur (BR).

 

Opinião em tópícos: Milton Medran Moreira

O CRISTO DE ENCANTADO

    Levada por sua religiosidade ou pelo desejo de se tornar um polo turístico, ou, ainda, por ambos os motivos, a cidade de Encantado, no Vale do Taquari, aqui no Rio Grande do Sul, resolveu construir um gigantesco monumento representando Jesus Cristo.

    Uma réplica do Cristo Redentor do Rio de Janeiro? Nem se atreva a perguntar isso aos encantadenses. Irão se ofender. Réplicas são cópias modestas dos originais. O Cristo Protetor, como irá se chamar o monumento em construção, foi concebido e está sendo gestado para ser maior que a famosa estátua do Morro do Corcovado, inaugurada em 1931 e tida, hoje, informalmente, como uma das sete maravilhas do mundo contemporâneo. Senão, veja: a estátua de Encantado mede 37 metros de altura. Com o pedestal, chegará a 43 metros. Já o Cristo Redentor tem apenas 30 metros que, somados à base, atingem 38.


A “GUERRA” DOS CRISTOS

    Em tempos onde tudo vira polêmica no Brasil, tão logo se tornou pública a construção do Cristo Protetor, de Encantado, em tamanho superior ao do Cristo Redentor carioca, já se desencadeou o que a imprensa batizou de “a ‘guerra’ dos Cristos”. O prefeito do Rio, Eduardo Paes, logo se manifestou em sua conta no twitter, dizendo: “Construir estátua maior é moleza! Quero ver é ter esta vista…”. Ilustrou a postagem com uma foto do famoso monumento do Corcovado, braços abertos obre a deslumbrante baía da Guanabara.


DUAS LINDAS PAISAGENS

    Como gaúcho não se micha, o prefeito de Encantado, Jonas Calvi, com bom humor, em resposta a Paes, reconheceu a beleza ímpar que se desenha a partir do Corcovado por sobre a Baía da Guanabara. Mas garantiu que o monumento de sua cidade também será envolvido por exuberante cenário. Construído no chamado Morro da Antena, o Cristo Protetor terá todo seu entorno preservado com a mata nativa que circunda o rio Taquari. Dele se poderá contemplar a bela lagoa da Garibaldi, atrativo turístico da cidade. À noite, dali se avistarão as luzes da cidade de Bento Gonçalves, na Serra Gaúcha, famosa por abrigar o Vale dos Vinhedos, uma das mais belas paisagens do sul do Brasil.

    Na conversa mantida entre os dois prefeitos, e como se trata apenas de uma guerra santa, Calvi convidou Paes para vir à inauguração do monumento cuja construção, toda ela erguida com recursos comunitários, deverá terminar em dezembro próximo.


A REDENÇÃO E A PROTEÇÃO

    De minha parte, torço para que dois gigantescos monumentos dedicados a Jesus, em solo brasileiro, mais que servirem ao turismo, inspirem a pacificação de um povo que anda pra lá de atritado e bem longe da vivência da fraternidade pregada pelo personagem homenageado nas estátuas. Mas, se, em 90 anos de existência, o monumental Cristo do Corcovado ainda não obteve promover a redenção de um dos Estados de história política e social mais tristemente marcada pela violência e a corrupção, oxalá seu congênere de Encantado encontre clima para proteger seu povo e seus governantes desses males.

    Aliás, e não por qualquer bairrismo, entre a proteção e a redenção, opto por aquela. A ideia da proteção pressupõe esforços pessoais de quem busca melhorar-se, atraindo, assim, o auxílio superior. Já a redenção, obtida de fora para dentro, é mito adotado por aqueles que cultivam a fé, vivem a apregoá-la, mas nem sempre são exemplos na vida pessoal, familiar,  social e política.


quinta-feira, 17 de junho de 2021

Editorial: Cuando la política se vuelve pasión


El mundo intelectual y social de las personas se está reduciendo a los límites de su mundo político”. Micah Goodman, filósofo israelí.

                Espíritas no son seres apolíticos. Al revés, basados en principios claramente expuestos en capítulos como los de la “Ley de Sociedad”, de la “Ley del Progreso” y de la “Ley de Justicia, Amor y Caridad”, de “El Libro de los Espíritus”, son, o deben ser, agentes propulsores de los cambios sociales capaces de construir sociedades justas, cuyo objetivo central es el bien común.

                Sin embargo, por tratar fundamentalmente de la diversidad de entendimientos sobre aspectos importantes de la vida societaria, la práctica política irrita y, no raro, tiende a la violencia, realimentando la barbarie que es, justamente, el opuesto de la buena política. Con razón, el estadista británico Winston Churchill apuntó que “la política es casi tan excitante como la guerra y casi igual de peligrosa. En la guerra solo te pueden matar una vez, pero en política muchas veces”.

                Notablemente cuando quien detiene el poder estimula la provocación política y, en esa condición, tendría la obligación de promover políticas de pacificación y armonía entre sus ciudadanos, en lugar de insuflar el debate ideológico; la política se transforma en arena donde sus gladiadores toman como combustible el odio y como punto de llegada la destrucción del opositor.

Países de diferentes regiones del mundo, en estas primeras décadas del Siglo XXI, experimentan esa fase aguda de la violencia política, proveniente del extremismo ideológico y mantenida tanto por gobernantes de derecha como de izquierda. Pueblos en cuyo seno se estimula y se disemina el odio político ven, así, la deterioración paulatina de todo el legado humanista, nacido de la Ilustración y de donde se originó el moderno Estado Democrático de Derecho.

                La extremada preocupación con la “afirmación de identidades” acaba transformando personas bienintencionadas en guerreras audaces e intolerantes en el trato con el diferente. En nombre o en defensa de ideales políticos de contenidos axiológicamente sustentables, cuando en el enfrentamiento democrático, se dejan involucrar por sentimientos destructivos y se permiten expedientes que alejan cualesquiera caminos conductores al diálogo franco en la busca de soluciones colectivas.

                Ideas políticas, por ser visiones parciales y compartimentadas de las realidades sociales, generan pasiones, como es natural y humano. Pasiones muy semejantes a las que nutrimos por una persona, por un deporte, por modalidades de ocio, por un club de fútbol o por ídolos artísticos.

Las pasiones, y de modo particular las de naturaleza política, son, como afirmó Kardec, “palancas que duplican las fuerzas del hombre y le ayudan a cumplir las miras de la Providencia”. Pero, añade el Maestro en el comentario a la cuestión 908 de “El Libro de los Espíritus”: “Si en lugar de dirigirlas, el hombre se deja dirigir por ellas, cae en el exceso, y la fuerza que en su mano podría hacer el bien se vuelve contra él y lo aplasta”. En otras palabras: pasiones, cuando no bien administradas, matan. Sacrifican personas e ideales. Aniquilan ideas, nobles en su origen, transformándolas en radicalismos insanos y destructivos.

El espiritismo, en todas las etapas de la vida, nos invita al sentido común y a la templanza. Las realidades sociales, sean políticas, religiosas o afines, son experiencias provisorias en las cuales el espíritu inmortal tiene la oportunidad de perfeccionar su capacidad de convivencia y de ayuda mutua con sus compañeros de jornada.

Al espírita, pues, como a todo ciudadano consciente de la necesidad de contribuir al perfeccionamiento de su medio social, cabe el permanente esfuerzo en el sentido de que sus eventuales pasiones políticas no le hagan prisionero de la intolerancia, en detrimento de la potencial vocación a la fraternidad incondicional de que cada uno es portador, por fuerza de una ley natural, dínamo del progreso, presente en su consciencia.

 

- Editorial: Quando a política vira paixão

“O mundo intelectual e social das pessoas está se reduzindo aos limites de seu mundo político”. 

Micah Goodman, filósofo israelense.

    Espíritas não são seres apolíticos. Pelo contrário, embasados em princípios claramente expostos em capítulos como os da “Lei de Sociedade”, da “Lei do Progresso” e da “Lei da Justiça, Amor e Caridade”, de “O Livro dos Espíritos”, são, ou devem ser, agentes propulsores das mudanças sociais capazes de construir sociedades justas, tendo como objetivo central o bem comum. A prática política, no entanto, por lidar fundamentalmente com a diversidade de entendimentos sobre aspectos importantes da vida societária, acirra ânimos e, não raro, descamba para a violência, realimentando a barbárie que é, justamente, o oposto da boa política. Com razão, o estadista britânico Winston Churchill anotou que “a política é quase tão excitante como a guerra e não menos perigosa. Na guerra a pessoa só pode ser morta uma vez, mas na política diversas vezes”.

    Notadamente quando o acirramento político é provocado ou estimulado por quem detém o poder e que, nessa condição, teria a obrigação de promover políticas de pacificação e harmonia entre seus cidadãos, ao invés de insuflar o debate ideológico, a política transforma-se em arena onde seus digladiadores tomam como combustível o ódio e como ponto de chegada a destruição do opositor. Países de diferentes regiões do mundo, nestas primeiras décadas do Século XXI, experimentam essa fase aguda da violência política, provinda do extremismo ideológico e sustentada tanto por governantes de direita como de esquerda. Povos em cujo seio se estimula e se dissemina o ódio político assistem, assim à deterioração paulatina de todo o legado humanista, nascido do Iluminismo e do qual se originou o moderno Estado Democrático de Direito.

    A exacerbada preocupação com a “afirmação de identidades” acaba por transformar pessoas bem-intencionadas em guerreiras audazes e intolerantes no trato com o diferente. Em nome ou na defesa de ideais políticos de conteúdos axiologicamente sustentáveis, quando no embate democrático, deixam-se envolver por sentimentos destrutivos e permitem-se expedientes que afastam quaisquer caminhos condutores ao diálogo franco na busca de soluções coletivas. Ideias políticas, por serem visões parciais e compartimentadas das realidades sociais, geram, como é natural e humano, paixões. Paixões que se assemelham àquelas que nutrimos por uma pessoa, por um esporte, por modalidades de lazer, por um clube de futebol ou por ídolos artísticos.

    As paixões, e de modo particular as de natureza política, são, como afirmou Kardec, “alavancas que duplicam as forças do homem e o auxiliam na execução dos desígnios da Providência”. Mas, acrescenta o Mestre em nota comentando a questão 908 de “O Livro dos Espíritos”: “Se, em vez de as dirigir, deixa que elas (as paixões) o dirijam, o homem cai nos excessos e a própria força que em suas mãos poderia fazer o bem, recai sobre ele e o esmaga”. Em outras palavras: paixões, quando não bem administradas, matam. Sacrificam pessoas e ideais. Aniquilam ideias, nobres em sua origem, transformando-as em radicalismos insanos e destrutivos.

    O espiritismo, em todas as províncias da vida, nos convida ao bom senso e à temperança. As realidades sociais, sejam políticas, religiosas ou afins, são experiências provisórias nas quais o espírito imortal tem a oportunidade de aprimorar sua capacidade de convivência e de mútua ajuda com seus companheiros de jornada.

    Ao espírita, pois, como a todo o cidadão consciente da necessidade de contribuir com o aprimoramento de seu meio social, cabe o permanente esforço no sentido de que suas eventuais paixões políticas não o façam prisioneiro da intolerância, em detrimento da potencial vocação à fraternidade incondicional de que cada um é portador, por força de uma lei natural, dínamo do progresso, presente em sua consciência.


 

CCEPA CELEBRA VIRTUALMENTE SUS 85 AÑOS


Fundado el 23 de abril de 1936, bajo el nombre de Centro Espírita Luz y Caridad (más tarde: Sociedad Espírita Luz y Caridad), el actual Centro Cultural Espírita de Porto Alegre conmemoró virtualmente sus 85 años, celebrados el mes pasado, homenajeando a Maurice Herbert Jones.

UNA HISTORIA MUY SINGULAR

Hasta 1966, la Sociedad Espírita Luz y Caridad (SELC) fue una casa espírita como tantas otras. Ese año, llega la pareja Maurice Herbert Jones y Elba Jones, cuya presencia determinaría los nuevos rumbos de la institución a partir de entonces. En 1968, Jones asume la presidencia y, luego, junto a la pareja Ismar e Ieda Vilhordo constituyen el primer grupo de estudio metódico de El Libro de los Espíritus, embrión de un proyecto que, en 1978, sería llevado como singular experiencia pedagógica para la Federación Espírita de Río Grande del Sur (FERGS), dando origen a la Campaña de Estudio Sistematizado de la Doctrina Espírita (ESDE), hoy difundida mundialmente por la FEB.

Bajo la dirección de Jones, las actividades doctrinarias ganaron proyección gracias a la calidad de los expositores, pero, sobre todo, por la multiplicación de grupos de estudio y el aparecimiento de un dinámico movimiento de jóvenes que reunía, incluso, a integrantes de otras casas. Todo eso generó para la SELC la fama de “sociedad elitista”, cuyas reuniones llenaban su auditorio.

SELC EN LA FERGS Y LA HISTÓRICA REACCIÓN CONSERVADORA

Por cuatro gestiones consecutivas, dirigentes de la antigua Sociedad Espírita Luz y Caridad – hoy CCEPA – presidieron la Federación Espírita de Río Grande del Sur: Maurice Herbert Jones (1978/1983) y Salomão Jacob Benchaya (1984/1987). Durante ese período, se creó y se introdujo el ESDE – Campaña de Estudio Sistematizado de la Doctrina Espírita (ESDE), inaugurando en la Provincia, y luego en todo el país, la práctica del estudio regular de espiritismo en las casas espíritas.

Además de la creación e implantación del ESDE, y del apreciable esfuerzo de interiorización de la administración federativa, la actuación del grupo de dirigentes de SELC en la gestión de la federativa gaucha(*) dejó un legado no muy bien comprendido ni aceptado por una comunidad que veía el espiritismo como una religión evangélica. El cuestionamiento del aspecto religioso del espiritismo, provocado por la publicación del número 402 de la Revista La Reencarnación, de la FERGS, causó tal reacción conservadora que, en las elecciones de 1987, el grupo encabezado por Milton Medran Moreira fue derrotado, tras conturbada campaña en la que se le acusó al grupo de obcecado, de querer “enterrar al Evangelio” y “sacar a Jesús del Espiritismo”.

(*) Nota de Traducción: Gaucho/a, persona nativa de la provincia de Río Grande del Sur (BR).

Nuestra Opinión

Homenaje a un gigante del pensamiento

La historia que se rememora arriba, cuando celebramos los 85 años de CCEPA, y cuyo final determinó la salida del grupo compuesto por Jones, Salomão, Medran, Joaquim Marchisio y otros de la FERGS, marcó el inicio de un nuevo tiempo para la antigua SELC. Ésta, en 1991, se transformó en Centro Cultural Espírita de Porto Alegre, ampliando el intercambio con segmentos no religiosos del Interior y con el llamado Grupo de Santos-SP, liderado por Jaci Regis. Con eso se estructuró el eje Sao Paulo/Río Grande del Sur, que dio soporte al regreso de CEPA-Confederación Espírita Panamericana a Brasil. En 1995, por haber realizado el IV Simposio Brasileño del Pensamiento Espírita en Porto Alegre y por haber pedido filiación a CEPA, CCEPA terminó suspendido del cuadro federativo de la FERGS, exclusión jamás revocada.

Ausente de Brasil desde 1949, en el año 2000, tras promover su 2º Congreso en Río de Janeiro, CEPA regresó oficialmente al país, con la realización del XVIII Congreso Espírita Panamericano, en Porto Alegre, evento organizado por CCEPA, donde Jon Aizpúrua pasó la presidencia de aquella Confederación a Milton Medran Moreira.

Desde entonces, la presencia y la actuación de CCEPA han sido memorables en la difusión del ideario de CEPA-Asociación Espírita Internacional, sea mediante este periódico, conferencias proferidas por su editor en eventos nacionales e internacionales, sea con la publicación de los libros LA CEPA y la Actualización del Espiritismo, El Pensamiento Actual de la CEPA y De la Religión Espírita al Laicismo.

Los 85 años se celebraron en formato virtual, debido a la pandemia, habiendo nuestro vicepresidente, Beto Souza, producido un video con imágenes de la trayectoria de CCEPA, ampliamente divulgado en las redes sociales, juntamente con el artículo Reflexiones, de Maurice H. Jones, publicado en noviembre de 1997, en este periódico.

El 27/04, en su periódica Reunión Virtual de Integración, CCEPA rindió homenaje a Jones, que se encuentra ingresado. En la ocasión, el Director de Eventos e Intercambio, Salomão Benchaya, condujo la rememoración de esta singular historia, que tiene como figura central un verdadero gigante del pensamiento: Maurice Herbert Jones, ahora físicamente alejado de la institución a la cual ha dedicado su existencia, y que ha conferido marca indeleble y singular identidad al Centro Cultural Espírita de Porto Alegre. (La Redacción)

CCEPA celebra virtualmente os 85 anos


Fundado em 23 de abril de 1936, sob a denominação de Centro Espírita Luz e Caridade (mais tarde: Sociedade Espírita Luz e Caridade), o atual Centro Cultural Espírita de Porto Alegre celebrou virtualmente seus 85 anos, completados no mês que passou, homenageando Maurice Herbert Jones.


- UMA HISTÓRIA MUITO SINGULAR

Até 1966, a Sociedade Espírita Luz e Caridade (SELC) foi uma casa espírita como tantas outras. Nesse ano, chega o casal Maurice Herbert Jones e Elba Jones, cuja presença determinaria os novos rumos da instituição a partir dali. Em 1968, Jones assume a presidência e logo, junto com o casal Ismar e Ieda Vilhordo constituem o primeiro grupo de estudo metódico de O Livro dos Espíritos, embrião de um projeto que, em 1978, seria levado como singular experiência pedagógica para a Federação Espírita do Rio Grande do Sul, dando origem à Campanha de Estudo Sistematizado da Doutrina Espírita (ESDE) hoje disseminada mundialmente pela FEB.

Sob a direção de Jones, as atividades doutrinárias ganharam projeção graças à qualidade dos expositores, mas, sobretudo, pela multiplicação de grupos de estudo e o surgimento de um dinâmico movimento de jovens que reunia até integrantes de outras casas. Isso tudo gerou para a SELC a fama de “sociedade elitista”, cujas reuniões lotavam seu auditório.


A SELC na FERGS e a histórica reação conservadora

Por quatro gestões consecutivas, dirigentes da antiga Sociedade Espírita Luz e Caridade – hoje CCEPA - presidiram a Federação Espírita do Rio Grande do Sul: Maurice Herbert Jones (1978/1983) e Salomão Jacob Benchaya (1984/1987). Nesse período, foi criado e introduzido o ESDE – Campanha de Estudo Sistematizado da Doutrina Espírita (ESDE), inaugurando no Estado, e depois em todo o país, a prática do estudo regular de espiritismo nas casas espíritas.

A passagem do grupo de dirigentes da SELC na gestão da federativa gaúcha, além da criação e implantação do ESDE, e do apreciável esforço de interiorização da administração federativa, deixou um legado não muito bem compreendido e aceito por uma comunidade que encarava o espiritismo como uma religião evangélica. O questionamento do aspecto religioso do espiritismo provocado pela publicação do número 402 da Revista A Reencarnação, da FERGS, gerou tal reação conservadora que, nas eleições de 1987, a chapa encabeçada por Milton Medran Moreira foi derrotada, após conturbada campanha em que o grupo foi acusado de obsidiado, de querer “enterrar o Evangelho” e “tirar Jesus do Espiritismo”.


Nossa Opinião: Homenagem a um gigante do pensamento

A história que se rememora acima, quando celebramos os 85 anos do CCEPA, e cujo final determinou a saída do grupo composto por Jones, Salomão, Medran, Joaquim Marchisio e outros da FERGS, marcou o início de um novo tempo para a antiga SELC. Esta, em 1991, se transformou em Centro Cultural Espírita de Porto Alegre, ampliando o intercâmbio com segmentos não religiosos do Interior e com o chamado Grupo de Santos-SP, liderado por Jaci Regis. Com isso se estruturou o eixo São Paulo/Rio Grande do Sul que deu suporte ao retorno da CEPA-Confederação Espírita Pan-Americana ao Brasil. Em 1995, por ter realizado o IV Simpósio Brasileiro do Pensamento Espírita em Porto Alegre e por haver pedido filiação à CEPA, o CCEPA terminou suspenso do quadro federativo da FERGS, exclusão jamais levantada. No ano 2000, a CEPA, ausente do Brasil desde 1949, quando promoveu seu 2º Congresso, no Rio de Janeiro, retornou oficialmente ao país, com a realização do XVIII Congresso Espírita Pan-Americano, em Porto Alegre, evento organizado pelo CCEPA, no qual Jon Aizpúrua passou a presidência daquela Confederação a Milton Medran Moreira.

Desde então, a presença e a atuação do CCEPA têm sido marcantes na difusão do ideário da CEPA-Associação Espírita Internacional, seja através deste jornal, de conferências proferidas pelo seu editor em eventos nacionais e internacionais, seja com a publicação dos livros A CEPA e a Atualização do Espiritismo, O Pensamento Atual da CEPA e Da Religião Espírita ao Laicismo. Os 85 anos foram celebrados em formato virtual, devido à pandemia, tendo nosso vice-presidente Beto Souza produzido um vídeo com imagens da trajetória do CCEPA, amplamente divulgado nas redes sociais, juntamente com o artigo Reflexões, de Maurice H. Jones, publicado em novembro de 1997, neste jornal. Em 27/4, em sua periódica Reunião Virtual de Integração, o CCEPA prestou homenagem a Jones, que se encontra hospitalizado. Na ocasião, o Diretor de Eventos e Intercâmbio, Salomão Benchaya, conduziu a rememoração desta singular história, que tem como figura central um verdadeiro gigante do pensamento: Maurice Herbert Jones, agora fisicamente afastado da instituição à qual dedicou sua existência, e que conferiu marca indelével e singular identidade ao Centro Cultural Espírita de Porto Alegre.

(A Redação).




quarta-feira, 16 de junho de 2021

¿ESCUELA O IGLESIA?


 

“El trabajo mal hecho no tiene futuro,

el trabajo bien hecho no tiene fronteras”.

Refrán Catalán

 

En la madrugada del 2 de abril de 1989 el túmulo de Allan Kardec en el cementerio Père Lachaise, de Paris, fue damnificado por un atentado a bomba, posteriormente reivindicado por un autodenominado “Movimiento por la Supremacía de la Razón”. La naturaleza emblemática de aquel insólito acontecimiento se quedó grabada en mi mente, principalmente por la inexistencia de cualquier repercusión en el ambiente espírita. ¿Cómo entender que en toda la cosmopolita París aquel “movimiento” no encontrase nada más representativo de la irracionalidad humana que el túmulo de Kardec? ¿Cómo explicar, por otro lado, que el Movimiento Espírita no cuestionase las razones de esta absurda elección; no buscase reflexionar sobre ella más profundamente? Para los autores del atentado, el Espiritismo parecía ser simple y peligrosa creencia y, por lo tanto, un insulto a la razón. Ésta, por lo menos, sería la forma por la cual se veía a los espíritas en aquel contexto. Analizando el hecho no podemos desconsiderar la posibilidad de que los espíritas hubieran fracasado en la divulgación de una imagen más verdadera de la filosofía espírita, criando así espacio para la manifestación brutal de este anacrónico “fundamentalismo racional”.

 Ora, ninguna filosofía espiritualista es más ventilada, no sectaria, progresista y racional que el Espiritismo, cuyos principios fundamentales, por su logicidad y clareza, poseen características que pueden ser fácilmente universalizadas. Sin embargo, la dura realidad obstaculiza esa perspectiva auspiciosa. Un siglo y medio después de su lanzamiento, el Espiritismo sigue marginado. Su propuesta filosófica, fundamentada en una ciencia de observación y con un método de pesquisa y reflexión centrado en la duda, todavía no ha conseguido sensibilizar los medios académicos. Esta resistencia se debe a múltiples factores. La mayoría de ellos, sin embargo, nada tiene que ver con lo que el Espiritismo realmente es, o sea, se lo discrimina mucho más por la apariencia que por la esencia.

 Pese al enorme esfuerzo del pedagogo Allan Kardec, la identidad esencial del Espiritismo sigue siendo un problema no resuelto.

 ¿Sería el Espiritismo solamente una secta cristiana más, con algunos perfeccionamientos, compitiendo en el mercado religioso? Nosotros creemos que no y, por ello, insistimos tanto en el estudio de la Codificación con el objetivo de rescatar el proyecto original del codificador y descubrir, en fin, qué es el Espiritismo.

 Descubrir es alejar la cobertura, penetrando hasta las bases, las fundaciones de la construcción espírita, conocer el proyecto del arquitecto e incluso el propio arquitecto para saber sobre sus motivaciones y las influencias que recibió.

Cuando usado, este proceso prospectivo nos pone ante una realidad perturbadora. La obra no corresponde al proyecto. Hay discrepancias entre la base y lo que sobre ella se construyó. Se irguieron paredes donde no hay bases y, paralelamente, hay bases sobre las cuales nada se construyó. Todo se pasó como si los constructores no conocieran bien el proyecto del arquitecto o entonces, aun conociendo, decidieran, por su cuenta y riesgo, hacer adaptaciones y añadir lo que les pareciera conveniente para la funcionalidad de la construcción. En lugar de una escuela decidieron edificar una iglesia.

 Ora, este procedimiento que subestima la competencia del proyectista de la obra o que interpreta frívolamente sus directrices es, como mínimo, imprudente y puede resultar en consecuencias desastrosas.

 Emille Durkheim, uno de los padres de la sociología, dijo en la obraLas formas elementales de la vida religiosaque “Una sociedad no está simplemente constituida por la masa de individuos que la componen, por el suelo que ocupan, por las cosas de que se sirven, por los movimientos que efectúan, sino, ante todo, por la idea que se hace de sí misma”. Para comprender la forma por la cual somos vistos es necesario reconocer que la autoconsciencia que un grupo elabora de sí mismo es uno de los factores explicadores de su comportamiento. ¿Qué idea forma el movimiento espírita de sí mismo? ¿Cuál la autoimagen predominante determinando nuestro comportamiento y la consecuente imagen que proyectamos? ¿Escuela o iglesia?

 No es necesario ser observador muy astuto para percibir la predominancia de actitudes y de modelos de comprensión que discrepan del auténtico pensamiento espírita, como sean: postura fuertemente salvacionista sobrevalorando conceptos como Tercera Revelación, Consolador Prometido, Brasil corazón del mundo, etc.; lenguaje afectado, religioso, de quien habla en términos de eternidad; una cierta arrogancia, travestida de humildad, característica del poseedor de la verdad; valorización de la fe en detrimento de la razón y, por último, el tan reprobado por Kardec, “espíritu de sistema”, que nos dispensa de la verificación experimental.

 Si concordamos que el Espiritismo no guarda relación estrecha con esta imagen, algo deberá ser hecho, y por nosotros espíritas. Es necesario remover esta envoltura, esta máscara que esconde el pensamiento espírita para que un día su esencia sea su apariencia.

El Espiritismo, como se ve, necesita ser descortinado por el estudio de sus fundamentos. La cortina siendo alejada, una luminosidad mayor revelará la belleza, la armonía, la simplicidad y la amplitud del proyecto espírita así como la genialidad de su arquitecto, quien estableció los fundamentos de una doctrina realmente nueva, actual, ventilada, dinámica, funcional, progresista, libertaria, no sectaria, optimista.

 El Espiritismo fue bien hecho y tiene futuro. El problema es que fue mal empaquetado.

 

Maurice Herbert Jones, electricista jubilado, es conferencista espírita; ex presidente de la Federación Espírita de Río Grande del Sur; ex presidente de la Sociedad Espírita Luz y Caridad (actual Centro Cultural Espírita de Porto Alegre), e incluso colaborador de la misma institución.