quarta-feira, 8 de setembro de 2021
quarta-feira, 4 de agosto de 2021
sexta-feira, 2 de julho de 2021
domingo, 20 de junho de 2021
Enfoque: ¿Reforma Íntima o Transformación Moral?
Lo que equivocadamente se llama
“reforma íntima” es uno de los temas prevalentes en el medio espírita. La
expresión intenta dar significado a la principal razón de nuestra existencia: la
transformación moral, objetivo de la reencarnación.
Hablada, decantada, estudiada y
debatida, dicha reforma íntima asusta a mucha gente, pues falta la exacta
comprensión de lo que sea este “reformarse” íntimamente. Muchos sufren con este
tema, lanzándose intempestivamente a lo que se ha decidido llamar reforma íntima,
de forma obligatoria, desordenada, impensada. Esperan alcanzar resultados inmediatos.
Sufren porque no consiguen verse en la persona “santificada”, pues todavía andan
a vueltas con sentimientos y deseos puramente humanos, contradictorios con lo
que imaginan ser la tan propalada “criatura ideal”. Invariablemente, sin notarlo,
son estimulados por agentes externos punitivos que traen una gran carga de
culpa. Se olvidan que Allan Kardec preconizaba: “Se reconoce al verdadero espiritista
por su transformación moral y por los esfuerzos que hace para dominar sus malas
inclinaciones.”
Toda reforma significa cambiar
algo ya existente, hacerlo mejor. Nadie en su sano juicio cambia algo existente
para hacerlo peor. Implica también en que se mantenga la estructura básica, cambiando
solo los accesorios. Si fuese para que se rehiciera también la estructura, no
sería reforma, sino “reconstrucción”. Toda reforma apurada, sin el debido conocimiento
ni base sólida a su ejecución, tiende a salir mal, causa disgustos y decepciones,
y eso cuando no obliga a buscar el auxilio de un profesional especializado (en
el caso de los edificios: un ingeniero o arquitecto; en el caso del ser humano:
un psicólogo o psiquiatra).
La “reforma íntima” significa en
verdad la transformación del ser humano a través de la modificación de los
modelos de valores, pensamientos, conceptos, prejuicios y comportamientos,
manteniendo la estructura básica de la persona a ser modificada. Así, la verdadera
transformación moral se inicia a través del análisis sincero de sí mismo, del
autocuestionamiento y del conocimiento real de lo que necesita ser cambiado, lo
que normalmente se denomina autoconocimiento. El ser humano solo cambia lo que
conoce y acepta como verdadero. Los propios espíritus indicaron a Kardec esta
necesidad en la respuesta a la pregunta 919 de El Libro de los Espíritus: “¿Cuál
es el medio práctico más eficaz para mejorarse en esta vida y resistir a la
solicitación del mal?” “Un sabio de la antigüedad os lo dijo: ‘Conócete a ti mismo’.”
Entonces, todo espírita
estudioso, aun sin percibirlo, está en franca ascensión con su seudo reforma
íntima, y de forma natural. Uno de los principales objetivos de la doctrina es
el desarrollo del ser humano, por la comprensión de nuevos conceptos sobre su
realidad espiritual. Así, no debería haber trauma alguno para que el espírita
ejercitara su transformación moral, salvo por una irrazonable exigencia de sí
para consigo, motivada por la falta de estudio adecuado o la falta de
autoconsideración y de amor a sí mismo.
En la transformación moral, ¡el
respeto por sí mismo es importante! El amor a sí mismo es uno de los principales
puntos que deberían ser debatidos, estudiados e incentivados en el medio
espírita, sin la falsa impresión de que amar a sí mismo es actuar con vanidad y
orgullo, faltar con la humildad, con la caridad para con el prójimo. Es común
ver espíritas dedicándose al extremo a la caridad externa, mostrando con eso el
amor al prójimo, olvidándose de ser caritativos y amorosos consigo mismos. Jesús
recomendó como uno de los puntos principales de la Ley Divina “Amar a Dios
sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”.
Difícilmente alguien acepta en
el otro lo que no acepta en sí mismo. Entonces, el respeto y la consideración
por sí mismo es el primer gran paso al verdadero autoconocimiento. No habiendo el
autoperdón, no hay la aceptación de los errores y, consecuentemente, estos se
ignoran. Es difícil aceptar que somos imperfectos y sujetos a cometer errores,
sin cargar procesos de culpas que nos atemorizan y paralizan. Todo proceso de
culpa inhabilita la criatura a que se sienta bien consigo misma. Tiende a criar
un proceso de sufrimiento y baja estima, cuando no es ignorado completamente a
través del “encubrimiento” que tranquiliza y mantiene a la persona en paz
consigo misma, pero extremamente crítica en cuanto a idénticas situaciones en los
semejantes.
Jesús, en el diálogo con los
acusadores de la mujer adúltera, al proponer que arrojara la primera piedra aquel
que estuviera sin pecado, buscó mostrar que no se puede acusar a nadie y que
todos, indistintamente, somos merecedores de consideración y respeto los unos por
los otros. Tampoco condenó a la mujer, mostrándole, así, que aprendemos con nuestros
propios errores. Quien no yerra hoy, puede haber cometido errores semejantes ayer
o es pasible de cometerlos hoy, en idénticas situaciones. Quien ya ha errado no
acusa al otro porque sabe que también es falible. Así, no hay beneficio alguno
en acusarse: aquel que se acusa, rotula a sus errores como un pecado y no se
preocupa en trabajar para modificarse. ¡Autoacusación provoca inanición!
El proceso reencarnacionista lleva
al crecimiento por la experiencia (errores y aciertos) y no por el “pagamento
de deudas anteriores”, como comúnmente se dice. El autocuestionamiento
constante, sin la acusación insana y paralizante es saludable. Cuestionarse es
diferente de acusarse. Mientras uno estimula el ser al crecimiento, el otro lo
retrasa en el sufrimiento innecesario.
La transformación moral del
espírita consciente se hace natural, automática y constantemente. Sin traumas,
sin cobrarse, a través del cuestionamiento saludable de sí mismo y de la
observación de las actitudes y los sufrimientos ajenos. La persona que se cuestiona
de forma natural no exige de sí actitudes no aprehendidas todavía. Cambia sus
conceptos según las necesidades y los nuevos aprendizajes, manteniéndose
equilibrada ante los hechos de la vida. No cobra del otro, no juzga, pues sabe
que somos todos aprendices y merecedores de indulgencia.
No hay transformación moral sin cambio
de actitudes, recordando el refrán de Raúl Seixas, “Prefiero ser esa
Metamorfosis Ambulante que tener aquella vieja opinión formada sobre todo”.
Las personas que se mantienen firmes en sus viejas opiniones son las que más sufren,
las que más hacen sufrir. Son tan duras y exigentes con los semejantes como lo
son consigo mismas. ¡Transformación moral no se compatibiliza con intransigencia!
Concluyendo: el espírita
consciente se queda en paz consigo mismo. Se acepta como verdaderamente es. No
se cree ni mejor ni peor que nadie. Está siempre atento a sus sentimientos y
necesidades, sin culparse ni criticarse, buscando corregir aquello que piensa
estar mal, en aquel momento. No se molesta en cambiar sus modelos. Tiene total
consciencia de que la vida es un eterno cambio rumbo a la perfección.
Así siendo, ¡¡feliz transformación
moral para ti, lector!!
Enfoque: Reforma Íntima ou Transformação Moral?
O que equivocadamente se chama de “reforma intima” é um dos assuntos prevalentes no meio espírita. A expressão tenta dar significado à principal razão de nossa existência: a transformação moral, objetivo da reencarnação.
Falada, decantada, estudada e debatida, a tal da reforma intima assusta muita gente, pois falta a exata compreensão do que seja este “reformar-se” intimamente. Muitos sofrem com este assunto, atirando-se intempestivamente ao que se convencionou chamar de reforma intima, de forma obrigatória, desordenada, impensada. Esperam atingir resultados imediatos. Sofrem porque não conseguem se enxergar na pessoa “santificada”, pois ainda se veem às voltas com sentimentos e desejos puramente humanos, contraditórios com aquilo que imaginam ser a tão propalada “criatura ideal”. Invariavelmente, sem o notarem, são estimulados por agentes externos punitivos que trazem uma grande carga de culpa. Esquecem que Allan Kardec preconizava: “Reconhece-se o verdadeiro espírita pela sua transformação moral e pelos esforços que emprega para domar suas más inclinações. ”
Toda reforma significa modificar algo já existente, torná-lo melhor. Ninguém em sã consciência modifica algo existente para fazê-lo pior. Implica também em manter-se a estrutura básica, modificando apenas os acessórios. Se fosse para refazer também a estrutura, não seria reforma, mas “reconstrução”. Toda reforma apressada, sem o devido conhecimento e base sólida à sua execução, tende a dar errado, gera dissabores e decepções, quando não obriga a buscar o auxílio de profissional especializado (no caso dos edifícios: um engenheiro ou arquiteto; no caso do ser humano: um psicólogo ou psiquiatra).
A “reforma íntima” significa na verdade a transformação do ser humano através da modificação dos padrões de valores, pensamentos, conceitos, preconceitos e comportamentos, mantendo a estrutura básica da pessoa a ser modificada. Assim, a transformação moral verdadeira inicia-se través da análise sincera de si mesmo, do autoquestionamento e do conhecimento real do que precisa ser modificado, aquilo que normalmente se denomina autoconhecimento. O ser humano só modifica aquilo que conhece e aceita como verdadeiro. Os próprios espíritos indicaram a Kardec esta necessidade na resposta à pergunta 919 do Livro dos Espíritos: “Qual o meio prático mais eficaz que tem o homem de se melhorar nesta vida e de resistir à atração do mal?” “Um sábio da antiguidade vô-lo disse: Conhece-te a ti mesmo.”
Então, todo espírita estudioso, mesmo sem o perceber, está em franca ascensão com sua pseudo reforma íntima, e de forma natural. Um dos principais objetivos da doutrina é o desenvolvimento do ser humano, pela compreensão de novos conceitos sobre sua realidade espiritual. Assim, não deveria haver trauma algum para o espírita exercitar sua transformação moral, a não ser por uma descabida exigência de si para consigo, motivada pela falta do estudo adequado ou da falta de autoconsideração e do amor a si mesmo.
Na transformação moral, o respeito por si mesmo é importante! O amor a si mesmo é um dos principais pontos que deveriam ser debatidos, estudados e incentivados no meio espírita, sem a falsa impressão de que amar a si mesmo é agir com vaidade e orgulho, faltar com a humildade, com a caridade para com o próximo. É comum ver espíritas dedicarem-se ao extremo à caridade externa, mostrando com isso o amor ao próximo, esquecendo-se de serem caridosos e amorosos consigo mesmos. Jesus recomendou como um dos pontos principais da Lei Divina “Amar a Deus acima de todas as coisas e ao próximo como a si mesmo.
Dificilmente alguém aceita no outro aquilo que não aceita em si mesmo. Então, o respeito e a consideração por si mesmo é o primeiro grande passo ao verdadeiro autoconhecimento. Não havendo o auto perdão, não há a aceitação dos erros e, consequentemente, estes são ignorados. É difícil aceitar que somos imperfeitos e sujeitos a cometer erros, sem carregar processos de culpas que nos atemorizam e paralisam. Todo processo de culpa inabilita a criatura a sentir-se bem consigo mesma. Tende a criar um processo de sofrimento e baixa estima, quando não é ignorado completamente através do “acobertamento” que tranquiliza e mantêm a pessoa em paz consigo mesma, mas extremamente crítica com relação a idênticas situações nos semelhantes.
Jesus, no diálogo com os acusadores da mulher adúltera, ao propor que atirasse a primeira pedra quem estivesse sem pecado, procurou mostrar que ninguém pode acusar ninguém e que todos, indistintamente, somos merecedores de consideração e respeito uns pelos outros. Tampouco condenou a mulher, mostrando-lhe, assim, que aprendemos com nossos próprios erros. O que não erra hoje, pode ter cometido erros semelhantes ontem ou é passível de cometê-los hoje, em idênticas situações. O que já errou não acusa o outro porque sabe que também é falível. Assim, não há benefício algum em ficar acusando-se: aquele que se acusa rotula seus erros como um pecado e não se preocupa em trabalhar para modificar-se. Autoacusação provoca inanição!
O processo reencarnatório visa o crescimento pela experiência (erros e acertos) e não o “pagamento de dívidas anteriores”, como comumente se diz. O autoquestionamento constante, sem a acusação insana e paralisante é salutar. Questionar-se é diferente de acusar-se. Enquanto um estimula o ser ao crescimento, o outro o retarda no sofrimento desnecessário.
A transformação moral do espírita consciente é feita natural, automática e constantemente. Sem traumas, sem cobranças, através do questionamento sadio de si mesmo e da observação das atitudes e sofrimentos alheios. A pessoa que se questiona de forma natural não exige de si atitudes ainda não apreendidas. Muda seus conceitos conforme as necessidades e os novos aprendizados, mantendo-se equilibrada diante dos fatos da vida. Não cobra do outro, não julga, pois sabe que somos todos aprendizes e merecedores de indulgência.
Não há transformação moral sem mudança de atitudes, lembrando o refrão de Raul Seixas, “Eu prefiro ser esta Metamorfose Ambulante do que ter aquela velha opinião formada sobre tudo”. As pessoas que se mantêm firmes em suas velhas opiniões são as que mais sofrem, as que mais fazem sofrer. São duras e exigentes com os semelhantes como o são consigo. Transformação moral não se compatibiliza com intransigência!
Concluindo: o espírita consciente fica em paz consigo mesmo. Aceita-se como verdadeiramente é. Não se acha melhor ou pior do que ninguém. Está sempre atento a seus sentimentos e necessidades, sem culpar-se, criticar-se, buscando corrigir aquilo que pensa estar errado, naquele momento. Não se incomoda em mudar seus padrões. Tem plena consciência de que a vida é eterna mudança rumo à perfeição.
Assim, feliz transformação moral para você, leitor!!
Edson Figueiredo de Abreu - Gerente Comercial, Presidente do Grupo Espírita Manoel Bento de São Paulo/SP.
sábado, 19 de junho de 2021
Opinando: Salomão Jacob Benchaya
Opinando: Salomão
Jacob Benchaya
Sé
que abordar este tema hiere tradiciones y creencias religiosas arraigadas y no es
mi propósito faltarles el respeto.
Todavía,
no puedo hurtarme a ver los hechos que la Ciencia viene demostrando ante
pesquisas honestas como las del "Jesus
Seminar”, de California, de que solo el 18% de lo que dijo Jesús y el 16% de
lo que realizó se aceptan como verídicos, en los evangelios canónicos. Recordémonos
que Kardec aconseja que el espiritismo siga la Ciencia y que se modifique en los
puntos en que ella indique que él esté en error. El escritor José Lázaro Boberg
afirma, en su “El Cristo de Paulo de
Tarso”, que “la ‘vida’ de Jesús en los evangelios resulta, en último análisis,
por lo tanto, como una copia deturpada y fragmentaria de un prototipo egipcio
que era un personaje puramente dramático retratando la divinidad en el ser
humano”, reproduciendo el escritor y ex pastor anglicano Tom Harpur, autor del
clásico “El Cristo Pagano”.
Elaine Pagels, Helmut Koester y otros investigadores
se ponen de acuerdo que los aforismos (dichos, sentencias, repositorios de
sabiduría ancestral, preexistentes a Jesús) encontrados en el evangelio de Tomé
son los que más se parecen a las enseñanzas de Jesús, lo que ayuda a
identificar qué se interpoló en los Evangelios de la Iglesia. Herminio C. Miranda
también aborda ese tema en su libro "El
Evangelio de Tomé – Texto y Contexto".
No veo razón para que no se discuta el tema en las
casas espíritas. Por supuesto habrá resistencias comprensibles pues se adentra en
el terreno de las creencias arraigadas. Los espíritas viven, hace más de un siglo,
con la idea de que Jesús es el Espíritu más puro que ha encarnado en la Tierra,
siendo, mismo su Gobernador. Espíritas roustanguistas le ven como un Espíritu
que nunca erró y que evolucionó en línea recta, sin encarnar, habiendo nacido
virginalmente con un cuerpo fluídico – doctrina radicalmente contradictoria con
el espiritismo. En otra vertiente espiritualista se afirma que es tal la evolución
de Jesús, que necesitó 1.000 años solo para condensar su periespíritu y poder
reencarnar entre los humanos. En Brasil, especialmente, crece vigorosamente la
cristolatría.
Un cambio en nuestras estructuras mentales, como dice
Jaci Regis, se hace necesario.
Yo, por ejemplo, ante la no confiabilidad de los
textos canónicos, con sus falsas historias sobre Jesús, prefiero sustituir el
Cristo Hombre, eclesiástico, y adoptar el concepto pagano y gnóstico del Khristós – potencia divina inmanente en
todos los seres, el Cristo interno – principio que independe de religión, etnia
o localización geográfica. Maurice Herbert Jones usa la expresión “teotropismo” para nombrar a ese impulso
interno del Ser en busca de Dios.
Ese concepto, por otro lado, se alinea perfectamente
a la propuesta de autonomía moral inherente a la Filosofía Espírita, tan
realzada en obras lanzadas recientemente. Repitiendo mi comentario constante de
la parte final del libro de Boberg, se
puede decir que, si Allan Kardec tuviese conocimiento de esa información,
estaría plenamente justificado, a mi ver, el uso que hace de las expresiones
“Espiritismo Cristiano” y “espíritas cristianos”, consideradas inapropiadas
por algunos.
Opinando: Salomão Jacob Benchaya
Opinando: Salomão Jacob Benchaya
Sei que a abordagem deste assunto fere tradições e crenças religiosas arraigadas e não é meu propósito desrespeitá-las.
Todavia, não posso me furtar a encarar os fatos que a Ciência vem demonstrando mediante pesquisas honestas como as do “Jesus Seminar”, da Califórnia, de que apenas 18% do que Jesus disse e 16% do que ele realizou, são aceitos como verídicos, nos evangelhos canônicos. Lembremo-nos de que Kardec aconselha que o espiritismo siga a Ciência e que se modifique nos pontos em que ela indicar que ele esteja em erro. O escritor José Lázaro Boberg afirma, no seu “O Cristo de Paulo de Tarso”, que “a ‘vida’ de Jesus nos evangelhos resulta, em última análise, portanto, como uma cópia deturpada e fragmentária de um protótipo egípcio que era um personagem puramente dramático retratando a divindade no ser humano”, reproduzindo o escritor e ex-pastor anglicano Tom Harpur, autor do clássico “O Cristo dos Pagãos”.
Elaine Pagels, Helmut Koester e outros pesquisadores concordam em que os aforismos (ditos, sentenças, repositórios de sabedoria ancestral, pré-existentes a Jesus) encontrados no evangelho de Tomé são os que mais se assemelham aos ensinamentos de Jesus o que ajuda a identificar o que foi interpolado nos Evangelhos da Igreja. Hermínio C. Miranda também aborda esse assunto em seu livro “O Evangelho de Tomé - Texto e Contexto”.
Não vejo motivo para que o assunto não seja discutido nas casas espíritas. É óbvio que haverá resistências compreensíveis pois que se adentra no terreno das crenças arraigadas. Os espíritas lidam, há mais de um século, com a ideia de que Jesus é o Espírito mais puro que encarnou na Terra, sendo, mesmo o seu Governador. Espíritas roustainguistas nele veem um Espírito que nunca errou e que evoluiu em linha reta, sem encarnar, tendo nascido virginalmente com um corpo fluídico – doutrina radicalmente conflitante com o espiritismo. Em outra vertente espiritualista afirma-se que é tal a evolução de Jesus que necessitou de 1.000 anos apenas para condensar seu períspirito e poder reencarnar entre os humanos. No Brasil, especialmente, cresce vigorosamente a cristolatria.
Uma mudança nas nossas estruturas mentais, no dizer de Jaci Régis, se faz necessária. Eu, por exemplo, diante da não confiabilidade dos textos canônicos, com suas falsas histórias acerca de Jesus, prefiro substituir o Cristo Homem, eclesiástico, e adotar o conceito pagão e gnóstico do Khristós – potência divina imanente em todos os seres, o Cristo interno – princípio que independe de religião, etnia ou localização geográfica. Maurice Herbert Jones usa a expressão teotropismo para nomear esse impulso interno do Ser em busca de Deus.
Esse conceito, por outro lado, alinha-se perfeitamente com a proposta de autonomia moral inerente à Filosofia Espírita, tão realçada em obras lançadas recentemente. Repetindo meu comentário constante da parte final do livro do Boberg, pode-se dizer que, se Allan Kardec tivesse conhecimento dessa informação, estaria plenamente justificado, a meu ver, o uso que fez das expressões “Espiritismo Cristão” e “espíritas cristãos”, que alguns consideram inapropriadas.
sexta-feira, 18 de junho de 2021
Opinión en Tópicos: Milton Medran Moreira
EL CRISTO DE ENCANTADO
Llevada por su religiosidad o por
el deseo de convertirse en un polo turístico, o, incluso, por ambos motivos, la
ciudad de Encantado, en el Valle del Taquari, aquí en Río Grande del Sur, ha
decidido construir un gigantesco monumento representando a Jesús Cristo.
¿Una copia del Cristo Redentor
de Río de Janeiro? Ni se atreva a preguntar eso a los ciudadanos de Encantado. Se
ofenderán. Imitaciones son copias modestas de los originales. El Cristo Protector,
como se llamará el monumento en construcción, se ha concebido y se está gestando
para ser más grande que la famosa estatua del Cerro del Corcovado, inaugurada
en 1931 y considerada, hoy, informalmente, como una de las siete maravillas del
mundo contemporáneo. Si no, vea: la estatua de Encantado mide 37 metros de
alto. Con el pedestal, llegará a 43 metros; ya el Cristo Redentor tiene solamente
30 metros que, sumados a la base, alcanzan 38.
LA “GUERRA” DE LOS CRISTOS
En tiempos cuando todo se
convierte en polémica en Brasil, tan pronto se ha hecho pública la construcción
del Cristo Protector, de Encantado, en tamaño superior al Cristo Redentor de
Río de Janeiro, ya ha empezado lo que la prensa ha bautizado como “la ‘guerra’
de los Cristos”. El alcalde de Río, Eduardo Paes, pronto se ha manifestado en
su cuenta en twitter, diciendo: “¡Construir estatua más grande es fácil! Quiero
ver tener esta vista…”. Ha ilustrado la publicación con una foto del famoso
monumento del Corcovado, brazos abiertos sobre la deslumbrante Bahía de
Guanabara.
DOS LINDOS PAISAJES
Como gaucho(*) no se rinde, el alcalde
de Encantado, Jonas Calvi, con buen humor, en respuesta a Paes, ha reconocido la
belleza impar que se dibuja a partir del Corcovado por sobre la Bahía de Guanabara.
Pero ha garantizado que el monumento de su ciudad también se rodeará de exuberante
escenario. Construido en el llamado Cerro de la Antena, el Cristo Protector tendrá
todo su entorno preservado con el bosque nativo que circunda el río Taquari. De
ahí se podrá contemplar la bella laguna de Garibaldi, atractivo turístico de la
ciudad. Por la noche, desde allí se avistarán las luces de la ciudad de Bento
Gonçalves, en la Sierra Gaucha(*), famosa por abrigar el Valle de los Viñedos,
uno de los más bellos paisajes del sur de Brasil.
En la conversación mantenida
entre los dos alcaldes, y como se trata solamente de una guerra santa, Calvi ha
invitado a Paes a que venga a la inauguración del monumento cuya construcción,
toda ella erguida con recursos comunitarios, deberá terminar en diciembre
próximo.
LA REDENCIÓN Y LA PROTECCIÓN
De mi parte, espero que dos
gigantescos monumentos dedicados a Jesús en suelo brasileño, más que servir al
turismo, inspiren la pacificación de un pueblo que está demasiado herido y muy
lejos de vivir la fraternidad predicada por el personaje homenajeado en las
estatuas.
Pero, si en 90 años de
existencia, el monumental Cristo del Corcovado todavía no ha conseguido la
redención de una de las Provincias con la historia política y social más
tristemente marcada por la violencia y la corrupción, ojalá su congénere de Encantado
encuentre ambiente para proteger a su pueblo y a sus gobernantes de esos males.
Además, y no por cualquier regionalismo,
entre la protección y la redención, elijo aquella. La idea de la protección
presupone esfuerzos personales de quien busca mejorarse, atrayendo, así, el auxilio
superior. Ya la redención, obtenida desde afuera hacia dentro, es mito adoptado
por los que cultivan la fe, viven para difundirla, pero ni siempre son ejemplos
en la vida personal, familiar, social y política.
(*) Nota de Traducción: Gaucho/a, persona nativa de
la provincia de Río Grande del Sur (BR).
Opinião em tópícos: Milton Medran Moreira
O CRISTO DE ENCANTADO
Levada por sua religiosidade ou pelo desejo de se tornar um polo turístico, ou, ainda, por ambos os motivos, a cidade de Encantado, no Vale do Taquari, aqui no Rio Grande do Sul, resolveu construir um gigantesco monumento representando Jesus Cristo.
Uma réplica do Cristo Redentor do Rio de Janeiro? Nem se atreva a perguntar isso aos encantadenses. Irão se ofender. Réplicas são cópias modestas dos originais. O Cristo Protetor, como irá se chamar o monumento em construção, foi concebido e está sendo gestado para ser maior que a famosa estátua do Morro do Corcovado, inaugurada em 1931 e tida, hoje, informalmente, como uma das sete maravilhas do mundo contemporâneo. Senão, veja: a estátua de Encantado mede 37 metros de altura. Com o pedestal, chegará a 43 metros. Já o Cristo Redentor tem apenas 30 metros que, somados à base, atingem 38.
A “GUERRA” DOS CRISTOS
Em tempos onde tudo vira polêmica no Brasil, tão logo se tornou pública a construção do Cristo Protetor, de Encantado, em tamanho superior ao do Cristo Redentor carioca, já se desencadeou o que a imprensa batizou de “a ‘guerra’ dos Cristos”. O prefeito do Rio, Eduardo Paes, logo se manifestou em sua conta no twitter, dizendo: “Construir estátua maior é moleza! Quero ver é ter esta vista…”. Ilustrou a postagem com uma foto do famoso monumento do Corcovado, braços abertos obre a deslumbrante baía da Guanabara.
DUAS LINDAS PAISAGENS
Como gaúcho não se micha, o prefeito de Encantado, Jonas Calvi, com bom humor, em resposta a Paes, reconheceu a beleza ímpar que se desenha a partir do Corcovado por sobre a Baía da Guanabara. Mas garantiu que o monumento de sua cidade também será envolvido por exuberante cenário. Construído no chamado Morro da Antena, o Cristo Protetor terá todo seu entorno preservado com a mata nativa que circunda o rio Taquari. Dele se poderá contemplar a bela lagoa da Garibaldi, atrativo turístico da cidade. À noite, dali se avistarão as luzes da cidade de Bento Gonçalves, na Serra Gaúcha, famosa por abrigar o Vale dos Vinhedos, uma das mais belas paisagens do sul do Brasil.
Na conversa mantida entre os dois prefeitos, e como se trata apenas de uma guerra santa, Calvi convidou Paes para vir à inauguração do monumento cuja construção, toda ela erguida com recursos comunitários, deverá terminar em dezembro próximo.
A REDENÇÃO E A PROTEÇÃO
De minha parte, torço para que dois gigantescos monumentos dedicados a Jesus, em solo brasileiro, mais que servirem ao turismo, inspirem a pacificação de um povo que anda pra lá de atritado e bem longe da vivência da fraternidade pregada pelo personagem homenageado nas estátuas. Mas, se, em 90 anos de existência, o monumental Cristo do Corcovado ainda não obteve promover a redenção de um dos Estados de história política e social mais tristemente marcada pela violência e a corrupção, oxalá seu congênere de Encantado encontre clima para proteger seu povo e seus governantes desses males.
Aliás, e não por qualquer bairrismo, entre a proteção e a redenção, opto por aquela. A ideia da proteção pressupõe esforços pessoais de quem busca melhorar-se, atraindo, assim, o auxílio superior. Já a redenção, obtida de fora para dentro, é mito adotado por aqueles que cultivam a fé, vivem a apregoá-la, mas nem sempre são exemplos na vida pessoal, familiar, social e política.
quinta-feira, 17 de junho de 2021
Editorial: Cuando la política se vuelve pasión
“El mundo intelectual y social de las personas se está reduciendo a los límites de su mundo político”. Micah Goodman, filósofo israelí.
Espíritas
no son seres apolíticos. Al revés, basados en principios claramente expuestos
en capítulos como los de la “Ley de Sociedad”, de la “Ley del Progreso” y de la
“Ley de Justicia, Amor y Caridad”, de “El
Libro de los Espíritus”, son, o deben ser, agentes propulsores de los cambios
sociales capaces de construir sociedades justas, cuyo objetivo central es el bien
común.
Sin
embargo, por tratar fundamentalmente de la diversidad de entendimientos sobre
aspectos importantes de la vida societaria, la práctica política irrita y, no
raro, tiende a la violencia, realimentando la barbarie que es, justamente, el
opuesto de la buena política. Con razón, el estadista británico Winston
Churchill apuntó que “la política es casi tan excitante como la guerra y casi
igual de peligrosa. En la guerra solo te pueden matar una vez, pero en política
muchas veces”.
Notablemente
cuando quien detiene el poder estimula la provocación política y, en esa condición,
tendría la obligación de promover políticas de pacificación y armonía entre sus
ciudadanos, en lugar de insuflar el debate ideológico; la política se transforma
en arena donde sus gladiadores toman como combustible el odio y como punto de llegada
la destrucción del opositor.
Países de diferentes regiones del
mundo, en estas primeras décadas del Siglo XXI, experimentan esa fase aguda de
la violencia política, proveniente del extremismo ideológico y mantenida tanto
por gobernantes de derecha como de izquierda. Pueblos en cuyo seno se estimula y
se disemina el odio político ven, así, la deterioración paulatina de todo el
legado humanista, nacido de la Ilustración y de donde se originó el moderno
Estado Democrático de Derecho.
La
extremada preocupación con la “afirmación de identidades” acaba transformando
personas bienintencionadas en guerreras audaces e intolerantes en el trato con el
diferente. En nombre o en defensa de ideales políticos de contenidos axiológicamente
sustentables, cuando en el enfrentamiento democrático, se dejan involucrar por
sentimientos destructivos y se permiten expedientes que alejan cualesquiera
caminos conductores al diálogo franco en la busca de soluciones colectivas.
Ideas
políticas, por ser visiones parciales y compartimentadas de las realidades
sociales, generan pasiones, como es natural y humano. Pasiones muy semejantes a
las que nutrimos por una persona, por un deporte, por modalidades de ocio, por
un club de fútbol o por ídolos artísticos.
Las pasiones, y de modo
particular las de naturaleza política, son, como afirmó Kardec, “palancas que
duplican las fuerzas del hombre y le ayudan a cumplir las miras de la Providencia”.
Pero, añade el Maestro en el comentario a la cuestión 908 de “El Libro de los Espíritus”: “Si en lugar
de dirigirlas, el hombre se deja dirigir por ellas, cae en el exceso, y la
fuerza que en su mano podría hacer el bien se vuelve contra él y lo aplasta”. En
otras palabras: pasiones, cuando no bien administradas, matan. Sacrifican personas
e ideales. Aniquilan ideas, nobles en su origen, transformándolas en radicalismos
insanos y destructivos.
El espiritismo, en todas las etapas
de la vida, nos invita al sentido común y a la templanza. Las realidades
sociales, sean políticas, religiosas o afines, son experiencias provisorias en
las cuales el espíritu inmortal tiene la oportunidad de perfeccionar su
capacidad de convivencia y de ayuda mutua con sus compañeros de jornada.
Al espírita, pues, como a todo
ciudadano consciente de la necesidad de contribuir al perfeccionamiento de su
medio social, cabe el permanente esfuerzo en el sentido de que sus eventuales
pasiones políticas no le hagan prisionero de la intolerancia, en detrimento de
la potencial vocación a la fraternidad incondicional de que cada uno es
portador, por fuerza de una ley natural, dínamo del progreso, presente en su
consciencia.
- Editorial: Quando a política vira paixão
“O mundo intelectual e social das pessoas está se reduzindo aos limites de seu mundo político”.
Micah Goodman, filósofo israelense.
Espíritas não são seres apolíticos. Pelo contrário, embasados em princípios claramente expostos em capítulos como os da “Lei de Sociedade”, da “Lei do Progresso” e da “Lei da Justiça, Amor e Caridade”, de “O Livro dos Espíritos”, são, ou devem ser, agentes propulsores das mudanças sociais capazes de construir sociedades justas, tendo como objetivo central o bem comum. A prática política, no entanto, por lidar fundamentalmente com a diversidade de entendimentos sobre aspectos importantes da vida societária, acirra ânimos e, não raro, descamba para a violência, realimentando a barbárie que é, justamente, o oposto da boa política. Com razão, o estadista britânico Winston Churchill anotou que “a política é quase tão excitante como a guerra e não menos perigosa. Na guerra a pessoa só pode ser morta uma vez, mas na política diversas vezes”.
Notadamente quando o acirramento político é provocado ou estimulado por quem detém o poder e que, nessa condição, teria a obrigação de promover políticas de pacificação e harmonia entre seus cidadãos, ao invés de insuflar o debate ideológico, a política transforma-se em arena onde seus digladiadores tomam como combustível o ódio e como ponto de chegada a destruição do opositor. Países de diferentes regiões do mundo, nestas primeiras décadas do Século XXI, experimentam essa fase aguda da violência política, provinda do extremismo ideológico e sustentada tanto por governantes de direita como de esquerda. Povos em cujo seio se estimula e se dissemina o ódio político assistem, assim à deterioração paulatina de todo o legado humanista, nascido do Iluminismo e do qual se originou o moderno Estado Democrático de Direito.
A exacerbada preocupação com a “afirmação de identidades” acaba por transformar pessoas bem-intencionadas em guerreiras audazes e intolerantes no trato com o diferente. Em nome ou na defesa de ideais políticos de conteúdos axiologicamente sustentáveis, quando no embate democrático, deixam-se envolver por sentimentos destrutivos e permitem-se expedientes que afastam quaisquer caminhos condutores ao diálogo franco na busca de soluções coletivas. Ideias políticas, por serem visões parciais e compartimentadas das realidades sociais, geram, como é natural e humano, paixões. Paixões que se assemelham àquelas que nutrimos por uma pessoa, por um esporte, por modalidades de lazer, por um clube de futebol ou por ídolos artísticos.
As paixões, e de modo particular as de natureza política, são, como afirmou Kardec, “alavancas que duplicam as forças do homem e o auxiliam na execução dos desígnios da Providência”. Mas, acrescenta o Mestre em nota comentando a questão 908 de “O Livro dos Espíritos”: “Se, em vez de as dirigir, deixa que elas (as paixões) o dirijam, o homem cai nos excessos e a própria força que em suas mãos poderia fazer o bem, recai sobre ele e o esmaga”. Em outras palavras: paixões, quando não bem administradas, matam. Sacrificam pessoas e ideais. Aniquilam ideias, nobres em sua origem, transformando-as em radicalismos insanos e destrutivos.
O espiritismo, em todas as províncias da vida, nos convida ao bom senso e à temperança. As realidades sociais, sejam políticas, religiosas ou afins, são experiências provisórias nas quais o espírito imortal tem a oportunidade de aprimorar sua capacidade de convivência e de mútua ajuda com seus companheiros de jornada.
Ao espírita, pois, como a todo o cidadão consciente da necessidade de contribuir com o aprimoramento de seu meio social, cabe o permanente esforço no sentido de que suas eventuais paixões políticas não o façam prisioneiro da intolerância, em detrimento da potencial vocação à fraternidade incondicional de que cada um é portador, por força de uma lei natural, dínamo do progresso, presente em sua consciência.
CCEPA CELEBRA VIRTUALMENTE SUS 85 AÑOS
UNA HISTORIA MUY SINGULAR
Hasta 1966, la Sociedad Espírita Luz y Caridad
(SELC) fue una casa espírita como tantas otras. Ese año, llega la pareja Maurice Herbert Jones y Elba Jones, cuya presencia determinaría
los nuevos rumbos de la institución a partir de entonces. En 1968, Jones asume la
presidencia y, luego, junto a la pareja Ismar
e Ieda Vilhordo constituyen el
primer grupo de estudio metódico de El
Libro de los Espíritus, embrión de un proyecto que, en 1978, sería llevado
como singular experiencia pedagógica para la Federación Espírita de Río Grande
del Sur (FERGS), dando origen a la Campaña de Estudio Sistematizado de la Doctrina
Espírita (ESDE), hoy difundida mundialmente por la FEB.
Bajo la dirección de Jones, las actividades
doctrinarias ganaron proyección gracias a la calidad de los expositores, pero,
sobre todo, por la multiplicación de grupos de estudio y el aparecimiento de un
dinámico movimiento de jóvenes que reunía, incluso, a integrantes de otras
casas. Todo eso generó para la SELC la fama de “sociedad elitista”, cuyas reuniones
llenaban su auditorio.
SELC EN LA FERGS Y LA HISTÓRICA
REACCIÓN CONSERVADORA
Por cuatro gestiones consecutivas, dirigentes de la
antigua Sociedad Espírita Luz y Caridad – hoy CCEPA – presidieron la Federación
Espírita de Río Grande del Sur: Maurice
Herbert Jones (1978/1983) y Salomão
Jacob Benchaya (1984/1987). Durante ese período, se creó y se introdujo el
ESDE – Campaña de Estudio Sistematizado de la Doctrina Espírita (ESDE),
inaugurando en la Provincia, y luego en todo el país, la práctica del estudio
regular de espiritismo en las casas espíritas.
Además de la creación e implantación del ESDE, y del
apreciable esfuerzo de interiorización de la administración federativa, la
actuación del grupo de dirigentes de SELC en la gestión de la federativa
gaucha(*) dejó un legado no muy bien comprendido ni aceptado por una comunidad que
veía el espiritismo como una religión evangélica. El cuestionamiento del
aspecto religioso del espiritismo, provocado por la publicación del número 402
de la Revista La Reencarnación, de la
FERGS, causó tal reacción conservadora que, en las elecciones de 1987, el grupo
encabezado por Milton Medran Moreira fue
derrotado, tras conturbada campaña en la que se le acusó al grupo de obcecado,
de querer “enterrar al Evangelio” y “sacar a Jesús del Espiritismo”.
(*) Nota de
Traducción: Gaucho/a, persona nativa de la provincia de Río Grande del Sur
(BR).
Nuestra Opinión
Homenaje a un gigante del pensamiento
La historia que se rememora arriba, cuando
celebramos los 85 años de CCEPA, y cuyo final determinó la salida del grupo
compuesto por Jones, Salomão, Medran, Joaquim Marchisio y otros de la FERGS,
marcó el inicio de un nuevo tiempo para la antigua SELC. Ésta, en 1991, se
transformó en Centro Cultural Espírita de Porto Alegre, ampliando el intercambio
con segmentos no religiosos del Interior y con el llamado Grupo de Santos-SP,
liderado por Jaci Regis. Con eso se estructuró el eje Sao Paulo/Río Grande del
Sur, que dio soporte al regreso de CEPA-Confederación Espírita Panamericana a
Brasil. En 1995, por haber realizado el IV Simposio Brasileño del Pensamiento
Espírita en Porto Alegre y por haber pedido filiación a CEPA, CCEPA terminó suspendido
del cuadro federativo de la FERGS, exclusión jamás revocada.
Ausente de Brasil desde 1949, en el año 2000, tras
promover su 2º Congreso en Río de Janeiro, CEPA regresó oficialmente al país,
con la realización del XVIII Congreso Espírita Panamericano, en Porto Alegre,
evento organizado por CCEPA, donde Jon Aizpúrua pasó la presidencia de aquella
Confederación a Milton Medran Moreira.
Desde entonces, la presencia y la actuación de CCEPA
han sido memorables en la difusión del ideario de CEPA-Asociación Espírita Internacional,
sea mediante este periódico, conferencias proferidas por su editor en eventos
nacionales e internacionales, sea con la publicación de los libros LA CEPA y la Actualización del Espiritismo,
El Pensamiento Actual de la CEPA y De la Religión Espírita al Laicismo.
Los 85 años se celebraron en formato virtual, debido
a la pandemia, habiendo nuestro vicepresidente, Beto Souza, producido un video
con imágenes de la trayectoria de CCEPA, ampliamente divulgado en las redes sociales,
juntamente con el artículo Reflexiones,
de Maurice H. Jones, publicado en noviembre de 1997, en este periódico.
El 27/04, en su periódica Reunión Virtual de Integración,
CCEPA rindió homenaje a Jones, que se encuentra ingresado. En la ocasión, el
Director de Eventos e Intercambio, Salomão Benchaya, condujo la rememoración de
esta singular historia, que tiene como figura central un verdadero gigante del
pensamiento: Maurice Herbert Jones, ahora físicamente alejado de la institución
a la cual ha dedicado su existencia, y que ha conferido marca indeleble y
singular identidad al Centro Cultural Espírita de Porto Alegre. (La Redacción)
CCEPA celebra virtualmente os 85 anos
- UMA HISTÓRIA MUITO SINGULAR
Até 1966, a Sociedade Espírita Luz e Caridade (SELC) foi uma casa espírita como tantas outras. Nesse ano, chega o casal Maurice Herbert Jones e Elba Jones, cuja presença determinaria os novos rumos da instituição a partir dali. Em 1968, Jones assume a presidência e logo, junto com o casal Ismar e Ieda Vilhordo constituem o primeiro grupo de estudo metódico de O Livro dos Espíritos, embrião de um projeto que, em 1978, seria levado como singular experiência pedagógica para a Federação Espírita do Rio Grande do Sul, dando origem à Campanha de Estudo Sistematizado da Doutrina Espírita (ESDE) hoje disseminada mundialmente pela FEB.
Sob a direção de Jones, as atividades doutrinárias ganharam projeção graças à qualidade dos expositores, mas, sobretudo, pela multiplicação de grupos de estudo e o surgimento de um dinâmico movimento de jovens que reunia até integrantes de outras casas. Isso tudo gerou para a SELC a fama de “sociedade elitista”, cujas reuniões lotavam seu auditório.
A SELC na FERGS e a histórica reação conservadora
Por quatro gestões consecutivas, dirigentes da antiga Sociedade Espírita Luz e Caridade – hoje CCEPA - presidiram a Federação Espírita do Rio Grande do Sul: Maurice Herbert Jones (1978/1983) e Salomão Jacob Benchaya (1984/1987). Nesse período, foi criado e introduzido o ESDE – Campanha de Estudo Sistematizado da Doutrina Espírita (ESDE), inaugurando no Estado, e depois em todo o país, a prática do estudo regular de espiritismo nas casas espíritas.
A passagem do grupo de dirigentes da SELC na gestão da federativa gaúcha, além da criação e implantação do ESDE, e do apreciável esforço de interiorização da administração federativa, deixou um legado não muito bem compreendido e aceito por uma comunidade que encarava o espiritismo como uma religião evangélica. O questionamento do aspecto religioso do espiritismo provocado pela publicação do número 402 da Revista A Reencarnação, da FERGS, gerou tal reação conservadora que, nas eleições de 1987, a chapa encabeçada por Milton Medran Moreira foi derrotada, após conturbada campanha em que o grupo foi acusado de obsidiado, de querer “enterrar o Evangelho” e “tirar Jesus do Espiritismo”.
Nossa Opinião: Homenagem a um gigante do pensamento
A história que se rememora acima, quando celebramos os 85 anos do CCEPA, e cujo final determinou a saída do grupo composto por Jones, Salomão, Medran, Joaquim Marchisio e outros da FERGS, marcou o início de um novo tempo para a antiga SELC. Esta, em 1991, se transformou em Centro Cultural Espírita de Porto Alegre, ampliando o intercâmbio com segmentos não religiosos do Interior e com o chamado Grupo de Santos-SP, liderado por Jaci Regis. Com isso se estruturou o eixo São Paulo/Rio Grande do Sul que deu suporte ao retorno da CEPA-Confederação Espírita Pan-Americana ao Brasil. Em 1995, por ter realizado o IV Simpósio Brasileiro do Pensamento Espírita em Porto Alegre e por haver pedido filiação à CEPA, o CCEPA terminou suspenso do quadro federativo da FERGS, exclusão jamais levantada. No ano 2000, a CEPA, ausente do Brasil desde 1949, quando promoveu seu 2º Congresso, no Rio de Janeiro, retornou oficialmente ao país, com a realização do XVIII Congresso Espírita Pan-Americano, em Porto Alegre, evento organizado pelo CCEPA, no qual Jon Aizpúrua passou a presidência daquela Confederação a Milton Medran Moreira.
Desde então, a presença e a atuação do CCEPA têm sido marcantes na difusão do ideário da CEPA-Associação Espírita Internacional, seja através deste jornal, de conferências proferidas pelo seu editor em eventos nacionais e internacionais, seja com a publicação dos livros A CEPA e a Atualização do Espiritismo, O Pensamento Atual da CEPA e Da Religião Espírita ao Laicismo. Os 85 anos foram celebrados em formato virtual, devido à pandemia, tendo nosso vice-presidente Beto Souza produzido um vídeo com imagens da trajetória do CCEPA, amplamente divulgado nas redes sociais, juntamente com o artigo Reflexões, de Maurice H. Jones, publicado em novembro de 1997, neste jornal. Em 27/4, em sua periódica Reunião Virtual de Integração, o CCEPA prestou homenagem a Jones, que se encontra hospitalizado. Na ocasião, o Diretor de Eventos e Intercâmbio, Salomão Benchaya, conduziu a rememoração desta singular história, que tem como figura central um verdadeiro gigante do pensamento: Maurice Herbert Jones, agora fisicamente afastado da instituição à qual dedicou sua existência, e que conferiu marca indelével e singular identidade ao Centro Cultural Espírita de Porto Alegre.
(A Redação).
quarta-feira, 16 de junho de 2021
¿ESCUELA O IGLESIA?
“El trabajo
el trabajo bien
hecho no tiene fronteras”.
Refrán Catalán
En la
Cuando usado, este proceso
El
Maurice Herbert Jones, electricista jubilado, es conferencista espírita;
ex presidente de la Federación Espírita de Río Grande del Sur; ex presidente de
la Sociedad Espírita Luz y Caridad (actual Centro Cultural Espírita de Porto
Alegre), e incluso colaborador de la misma institución.