sexta-feira, 18 de junho de 2021

Opinión en Tópicos: Milton Medran Moreira

EL CRISTO DE ENCANTADO

Llevada por su religiosidad o por el deseo de convertirse en un polo turístico, o, incluso, por ambos motivos, la ciudad de Encantado, en el Valle del Taquari, aquí en Río Grande del Sur, ha decidido construir un gigantesco monumento representando a Jesús Cristo.

¿Una copia del Cristo Redentor de Río de Janeiro? Ni se atreva a preguntar eso a los ciudadanos de Encantado. Se ofenderán. Imitaciones son copias modestas de los originales. El Cristo Protector, como se llamará el monumento en construcción, se ha concebido y se está gestando para ser más grande que la famosa estatua del Cerro del Corcovado, inaugurada en 1931 y considerada, hoy, informalmente, como una de las siete maravillas del mundo contemporáneo. Si no, vea: la estatua de Encantado mide 37 metros de alto. Con el pedestal, llegará a 43 metros; ya el Cristo Redentor tiene solamente 30 metros que, sumados a la base, alcanzan 38.

LA “GUERRA” DE LOS CRISTOS

En tiempos cuando todo se convierte en polémica en Brasil, tan pronto se ha hecho pública la construcción del Cristo Protector, de Encantado, en tamaño superior al Cristo Redentor de Río de Janeiro, ya ha empezado lo que la prensa ha bautizado como “la ‘guerra’ de los Cristos”. El alcalde de Río, Eduardo Paes, pronto se ha manifestado en su cuenta en twitter, diciendo: “¡Construir estatua más grande es fácil! Quiero ver tener esta vista…”. Ha ilustrado la publicación con una foto del famoso monumento del Corcovado, brazos abiertos sobre la deslumbrante Bahía de Guanabara.

DOS LINDOS PAISAJES

Como gaucho(*) no se rinde, el alcalde de Encantado, Jonas Calvi, con buen humor, en respuesta a Paes, ha reconocido la belleza impar que se dibuja a partir del Corcovado por sobre la Bahía de Guanabara. Pero ha garantizado que el monumento de su ciudad también se rodeará de exuberante escenario. Construido en el llamado Cerro de la Antena, el Cristo Protector tendrá todo su entorno preservado con el bosque nativo que circunda el río Taquari. De ahí se podrá contemplar la bella laguna de Garibaldi, atractivo turístico de la ciudad. Por la noche, desde allí se avistarán las luces de la ciudad de Bento Gonçalves, en la Sierra Gaucha(*), famosa por abrigar el Valle de los Viñedos, uno de los más bellos paisajes del sur de Brasil.

En la conversación mantenida entre los dos alcaldes, y como se trata solamente de una guerra santa, Calvi ha invitado a Paes a que venga a la inauguración del monumento cuya construcción, toda ella erguida con recursos comunitarios, deberá terminar en diciembre próximo.

LA REDENCIÓN Y LA PROTECCIÓN

De mi parte, espero que dos gigantescos monumentos dedicados a Jesús en suelo brasileño, más que servir al turismo, inspiren la pacificación de un pueblo que está demasiado herido y muy lejos de vivir la fraternidad predicada por el personaje homenajeado en las estatuas.

Pero, si en 90 años de existencia, el monumental Cristo del Corcovado todavía no ha conseguido la redención de una de las Provincias con la historia política y social más tristemente marcada por la violencia y la corrupción, ojalá su congénere de Encantado encuentre ambiente para proteger a su pueblo y a sus gobernantes de esos males.

Además, y no por cualquier regionalismo, entre la protección y la redención, elijo aquella. La idea de la protección presupone esfuerzos personales de quien busca mejorarse, atrayendo, así, el auxilio superior. Ya la redención, obtenida desde afuera hacia dentro, es mito adoptado por los que cultivan la fe, viven para difundirla, pero ni siempre son ejemplos en la vida personal, familiar, social y política.

(*) Nota de Traducción: Gaucho/a, persona nativa de la provincia de Río Grande del Sur (BR).

 

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